☆4

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Mina

— ¡Thanos, por favor espera!pero el vampiro chinchudo escapa de mi alcance. Mis piernas comienzan a quemar a causa de la actividad a la que las he sometido. Correr por el bosque se me dificulta cada vez más.

Lo persigo por lo que parece una eternidad, reparando en el hecho de que va dispuesto a darme pelea. Sus garras brotan de sus bonitas manos y cuando se voltea a mirarme puedo ver el rojo de sus ojos.

Tiemblo.

Pero no por miedo, es... es deseo. Su delicioso aroma se impregna en mis fosas nasales. Me observa fijamente y abre la boca para hablar.

—♫ Me levanto en la mañana, doy gracias a Dios. Le agradezco por la vida y por su gran amor

— ¿Eh?

Me dirijo hacia mi biblia y busco las escrituras. Para alimentar mi alma con su palabra pura 

Abro los ojos abruptamente cuando siento a Tía Julia abrir sin piedad la cortina de mi habitación. Los rayos matutinos asesinan de manera brutal a mis corneas e intento tapar nuevamente mi cabeza con la sabana.

— ¡No seas una holgazana Milena! Son las 6 a.m, levántate y ayuda a tu pobre tía a lavar la ropa.

Sin muchos ánimos abandono mi plácida cama y me encamino a la lavandería donde una pila de ropa me espera para ser separada.

Mis días se basan en pensar en Thanos, deprimirme, recordar sus bonitos ojos, emocionarme con el recuerdo de su aroma y finalmente soñar con una vida juntos. El orden de como suceden estos hechos en mi rutina no altera en nada el resultado de mi día. ¡Tengo tanta mala suerte!

Es un vampiro, lo sé. Yo una licántropa, por la Diosa Luna, eso también lo sé. Pero no puedo dejar de pensar en él e imaginarme una vida juntos... amándonos.

¿Soy demasiado infantil por desear estar al lado del hombre que me gusta?

Sé que Tía Julia ha notado el cambio en mi comportamiento y por primera vez en mi vida no estoy priorizando el que dirán o si ella se sentirá a gusto con lo que haga.

¡Me estoy convirtiendo en una malagradecida!

Hoy es sábado, asique decido ir a dar un paseo por la feria. Confío en que allí encontrare a Zulle, una buena amiga.

—Persevera y triunfaras — veo como mi amiga intenta convencer a su pequeño hijo Darién de que siga intentando utilizar su bicicleta, — así es el dicho amiguito. Vamos que el piso es tu límite. Mamá te sanara los raspones más tarde en casa.

El pequeño Darién la observa incrédulo y decide que lo mejor es buscar ayuda en otro lugar.

Zulle es madre soltera, según tía Julia una descarriada de la vida. Además, el hecho de criar a su hijo sola no es ninguna proeza de mujer fuerte, sino el pago de su castigo por ser una libertina y fallar al estatuto del matrimonio antes de entregarse a un hombre.

La saludo a la distancia y acomodo la manga de mi swater que me queda grande.

—Conocí a mi mate — le lanzo como una bomba apenas llego a su lado. Ella me mira asombrada.

Muerdo mi labio, indecisa si decírselo o no.

—Pero él no me quiere ni me querrá — confieso.

Zulle coloca el cartel de "en 10 minutos regreso" frente a su stan de artesanías en cerámica y acomoda un par de banquillos invitándome a tomar asiento y así comenzar con mi historia.

HASTA EL ÚLTIMO SUSPIROजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें