Capítulo: 32 "Viendo el amanecer"

255 21 2
                                    

Último día... ¿Por qué tan rápido se pasaron los días? Me encantó estar en este lugar.

Ahora vamos muy temprano aún no amanece y ya nosotros vamos de nuevo en camino a otra excursión a las montañas.

—Es muy temprano, sólo dormí dos horas. —Gun Soo se queja molesta.

Claro y como no lo haría, ayer durante la cena hubo karaoke y es como la Kryptonita de Gun Soo. Yo me quedé observando la fogata mientras Chung hee y Gun Soo dejaban su alma cantando.

—Yo dormí muy bien, me faltaba recuperar energías después de la indigestión que me dio ayer. No te quejes y camina. —Me pongo mis audífonos.

No sé dónde esté Chung hee pero presiento que no lo veré en toda la caminata.

Siento que me arrebatan mis audífonos y me paro en seco.

— ¿Que es esta música? —Dae Hyun tiene mis audífonos puestos yo se los arrebato.

— ¿Por qué hiciste eso? — Sigo caminando, si no quieren arruinar mi humor no me arrebaten los audífonos cuando escucho a Harry Styles.

Dae Hyun vuelve a emparejarse conmigo.

—Llevo exactamente diez minutos hablando sólo, tuve que tomar medidas drásticas. ¿Cómo sigue tu estómago?

Lo miro de mala gana.

—Estoy segura que me pusiste hamburguesas putrefactas. Te odio. —Sigo caminando.

No sé que pretenden con levantarnos tan temprano.

—Oye le prometí a mí hermano que no te haría nada, no tengo la culpa que las cocineras no hicieran bien su trabajo, te recuerdo que yo también sufrí.

Me detengo un segundo para descansar.

—De acuerdo ya no pensaré mal de tí ¿Por qué vienes a molestarme? —Bebo agua de mi termo.

—Debemos hablar sobre la apuesta que hicimos ¿Que debo hacer exactamente?

Eso se escuchó glorioso, lo miro con malicia.

— ¿De verdad piensas cumplir?

Aunque no vaya a cumplir con lo que quedamos aún así quiero ver como su ego cae por los suelos.

—Ya te dije que si, soy un hombre que cumple sus promesas. — Toca su pecho de lado del corazón y se puso derecho.

—En realidad... creo que no fue justo para ti, yo logro comer muy bien, tú solo comes arroz y fideos no estás acostumbrado a comer como lo hicimos ayer, así que no quiero que seas mi sirviente. A cambio...

Me quedo pensativa, debo vengarme por el mal rato que me hizo pasar la vez que practicamos esgrima, me dejó un moretón horrible.

— ¿Qué? Sólo te digo una cosa; no tendremos una cita, prefiero ser tu sirviente por toda la vida antes que tener una cita.

Yo ruedo los ojos ¿Acaso la arrogancia viene de familia? Creo que Chin Hwa es el único decente de esta familia.

—Ni en tus sueños saldría contigo. Pero si me cobraré esta apuesta cuando lo necesite, estás advertido.

Sigo caminando, veo a Gun Soo muy contenta con Dong youl ¡Bueno! Siquiera se esfumó su mal humor con ese torpe chico.

Ahora no puedo ir con ellos, no quiero ser mal tercio. Pero tampoco quiero soportar el resto del camino a este tipo.

— ¿No tienes otra cosa que hacer? —Le digo secamente.

—Nop. Creo que haré la caminata junto a ti. — Se empareja a mi paso.

Un Par De Lunáticos CoreanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora