Soy hetero

Todavía soy hetero... en un 30%

PV Sarah

¿Qué demonios le pasa a esa tipa?

Sabía que estaba loca, pero nunca imaginé que tanto.

Primero me besa y luego sale corriendo como si estuviera huyendo del diablo.

Me indigna, no creo besar tan mal como para causar esa reacción, aunque en realidad yo no la besé.

Espero que nadie haya visto eso.

Si alguien nos vio y crea un chisme, puede que llegue a oídos de mi crush, ¿qué pensará ella de mí?

Bueno, ahora que recuerdo ella debe creer que la odio.

¡Gracias amiga, por eso te amo! (Cuando te vea te asesinaré.)

Podría hablar con mi crush y aclarar las cosas, pero me da pena acercarme, además, supongo que ha pasado bastante tiempo como para querer arreglarlo ahora.

( • )( • )

PV Lesly

Estoy corriendo, he tropezado varias veces y me he caído en tres ocasiones; parezco tonta mirando hacia atrás para verificar que Sarah no me sigue, cuando en realidad no hay rastros de ella, pero eso no me impide seguir volteando.

Decido parar un rato, el viento es frío, puedo asegurar que son pasadas las 7 de la noche, el cielo está oscuro.

Tomo un respiro, supongo que ya se me bajó la "borrachera".

Pienso en lo que pasó minutos atrás.

¿Imaginé todo o realmente... la besé?

Siento un cosquilleo en los labios... creo que sí... fue real.

De manera inconsciente acaricio mis labios con mis dedos, recordando la sensación de aquel beso casi inexistente.

No hay explicación alguna para lo que sucedió, o sí, yo estaba ebria, ¡ella se aprovechó de mí!

Sí, eso fue lo que pasó.

Yo estaba borracha, ella se percató de tal hecho y decidió no desaprovechar la oportunidad, entonces posó sus lindos labios sobre los míos... quiero decir, me besó en contra de mi voluntad.

Obvio yo no quería probar sus labios rojos, llamativos, atrayentes, suaves y delicados.

No, para nada.

Lo bueno es que pude huir de ella, si me quedaba ahí no sabía lo que me pasaría.

( • )( • )

Clase de Educación Física. ¡Uff! ¡¡Que felicidad!!

No es que sea un asco en esta clase, simplemente los deportes y yo no nos llevamos bien. Los balones no son lo mío.

¿Y adivinen qué?

Hoy toca jugar baloncesto, ¿no podría ser peor?

Aunque me cueste trabajo admitirlo, soy pésima en este deporte, lo detesto, me da miedo que el balón golpee mi bello rostro.

Al contrario de mí, Sarah se ve entusiasmada corriendo de un lado a otro tras el balón.

No es que la esté observando, ¡claro que no!

Ella es la que pasa frente a mí cada que puede mientras yo sólo estoy sentada en la banca viendo cómo están jugando los demás.

-Palacios, tu turno, entra a la cancha.- Me dice el profesor. Lo maldigo internamente, yo no quería jugar ese juego del diablo.

Entro a la cancha a regañadientes.

¡Espero sobrevivir!

El equipo de Sarah y el mío se van a enfrentar.