Soy hetero

Especial: La chica tonta

Querido diario:

Sé que debería dejar de escribirte, pero esta es mi manera de desahogarme.

Hoy comencé una nueva etapa.

Hoy fue mi primer día de escuela.

Al fin entré a la prepa.

Esto es fantástico, aunque extrañaré a mis amigos de la secundaria y me entristece saber que ya casi no los veré.

También extrañaré a mi novio, no conseguimos estar en la misma prepa, pero nos seguiremos viendo cada que tengamos tiempo.

Este día fue... ¿cómo describirlo?, mmm... extraño.

Conocí a una chica un tanto fuera de lo común...

≈Flash back≈

Caminaba desorientada dentro del colegio, con suerte logré encontrar mi salón.

Entré, aún no había llegado el profesor, todavía era temprano, sólo habían unos cuantos compañeros, nadie me dio confianza como para hablarle, así que tomé asiento enfrente y saqué mi celular para jugar con él.

-A mí también me gusta candy crush.

Escuché a mi lado, levanté mi vista y me sobresalté al percatarme de la cercanía que tenía con el rostro de una desconocida.

Por instinto retrocedí y caí al suelo.

¿De dónde había salido?

No la vi llegar.

-¿Estás bien?- Me preguntó ladeando su cabeza.

-Sí...-Me levanté rápido para evitar más vergüenzas.

-Soy Cristy, ¿y tú cómo te llamas?

-Lisa.

-Que lindo nombre.- Su voz sonaba tierna, ¿siempre hablará así?

-Gracias... supongo.

∞∞∞∞∞♣

La chica hablaba mucho, no se alejó de mí en ningún momento, ni siquiera cuando nos cambiamos de salón.

Caminaba directo a mi casa, no quedaba muy lejos de la escuela.

Escuché leves pasos a mis espaldas, me detuve y giré, encontrándome con "ella", quien al final terminó estrellándose conmigo, no se dio cuenta de que yo me había detenido.

-Deja de seguirme.- Solté fastidiada.

-Yo... yo... sólo...-Tartamudeó.

-Ve a tu casa.- Ordené dura, había tenido suficiente de ella en la escuela, necesitaba descansar, fue un día algo agotador.

-Es que... yo no...- Titubeó.

Suspiré resignada, esta sería mi buena acción del día... y de todo el año.

-¿Qué sucede?- Pregunté suavizando mi tono de voz.

-No sé cómo regresar...- Admitió en un susurro.

-¿Qué?- Articulé incrédula.

¿Acaso era posible?

¿O esta chica trata de engañarme?

-Mi mamá me obligó a aprenderme la dirección, pero no recuerdo dónde es, me desoriento y también me pierdo con facilidad. Podría ser hacia allá o por ahí.- Dijo señalando en varias direcciones.

-Está bien, dime la dirección y te ayudaré a llegar a tu casa.

Ella recitó de memoria lo que le pedí.