Ascensor

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Fede.

Mi estómago hace sonidos extraños, no he comido en todo el día, el olor de las milanesas llega hasta mi habitación.

Me levanto y está Agus cocinando milanesas, me acerco a ella y me regala una tierna sonrisa.

-Son para vos.

Veo las milanesas, y por primera vez en mi vida, a pesar de que tengo hambre, se me revuelve el estómago, no se me antoja a pesar que huele delicioso.
Salgo de la cocina y todos están en la sala, me acerco a ellos, específicamente a Gilbert y comienzo a hablar.

-Perdón por lo de hoy, estaba enojado.
-No importa.

Dice él con una sonrisa, es tan raro, nunca miré tan amable a Gilbert.

-Pensé que me ibas a gritar que me fuera.

Él sonríe más y niega con la cabeza.
Me hacen un espacio entre Mathi y Gilbert y me siento, vemos algunas películas mientras están las milanesas.

Cuando están listas, Agus me trae una, como una pequeña parte y se la doy a Gilbert.

¿Esto es un efecto del desamor? No pensé que llegaría a amar más a una persona que lo que amo la milanesa, hoy veo que si se puede, incluso me quita el hambre... creo seriamente que me enamoré como nunca.

Alina.

Ayudo a Rob a levantarse de la arena, caminamos abrazados hasta mi casa, él se toca el estómago y hace muecas de dolor.

Llegamos a casa, subimos a mi habitación y comienzo a limpiar las heridas de su rostro, el labio partido, el ojo morado y un golpe en la mandíbula que le dejó rojo en esa parte.

No pensé que Fede fuera así, que fuera capáz de llegar a tanto.

-Ya no pienses en él.

Dice Rob mientras limpio distraída la herida de su labio.

-Es que no puedo.
-Haz el intento, ya no están juntos, sólo así se dio cuenta de lo que perdió, no te valoraba porque sabía que estabas allí, déjalo que te extrañe.
-Pero lo quiero mucho, y creo que él también me quiere, él...
-Si, ya sé, él es esa persona que cada día te decía que te amaba, te besaba, te acariciaba y te demostraba amor, pero también es la persona que te lastimó y no le importó.

No digo nada, pero creo firmemente que fui yo quien le rompió el corazón a él, ambos nos lastimamos pero a final de cuentas, fui yo quien se alejó sin estar segura de si me engañó realmente o no.

Mi celular vibra, y Rob estira la mano para cogerlo pero hablo antes de que pueda tocarlo.

-No es importante, son las sogas.
-¿Qué quieren?
-Algunas me piden que vuelva con Fede, otras me lo exigen, algunas se alegran de que hayamos terminado, y la mayoría me insulta por haberlo dejado.
-Por eso debiste pensarlo dos veces antes de aceptar tener una relación con él.
-En realidad los comentarios de las sogas ya no me importan tanto.

Él no responde, continuamos, yo limpiando sus heridas, y él quejándose de dolor.


*1 semanas después*


Voy caminando a la oficina de mi tío, necesito hacer un servicio social para el colegio, y creo que él necesita asistente.

Acomodo mi falda negra y mi blusa blanca con un moño en el cuello, suspiro y entro lo más elegante posible al edificio, saludo a la recepcionista y camino hacia el ascensor, una persona entra a este y las puertas están por cerrarse, corro y meto la mano justo antes de que se cierren y estas se abren, me quedo helada mirando a Fede, parado en el ascensor, ambos nos miramos, él se hace a un lado bajando la mirada, yo dudo algunos segundos antes de subir, pero termino haciéndolo, subo y pongo el número del último piso del edificio.

Contigo ¡Porque te quiero!Where stories live. Discover now