Después de aquel incidente los años se fueron volando,pero seguía siendo la misma niña antisocial, hasta que llegue a cuarto de primaria donde decidí intentar ser una niña normal, comencé a disfrutar las clases, intentar hacer amigos y a dejar de decir lo que pensaba,intenté volverme como todos los demás,probablemente la peor decisión que eh tomado.
Al ver transcurrido dos semanas,los demás niños empezaron a mostrar interés, hasta que "Ella" también lo hizo, trató de ser mi amiga y yo acepté, era de la misma estatura, cabello esponjado y piel pálida, negaba que le gustaran los vestidos y el color rosa. Supuse que eso sucedía con todas las niñas, así que no le dí importancia,pasaron los meses y el otoño acabó. Comencé a mostrar interés en un niño de mi misma edad, era lindo y divertido, pero lo que yo había visto, ella también lo vio.
Llegó la desesperación y comencé a sentir odio, ella había pasado de ser mi mejor amiga a mi nemesis, deje de verla como una compañera y y comencé a verla como una mentirosa, ella me contaba cosas que por mi ingenuidad le creí. Solo sabía mentir y mentir, aquellos deseos de hacer desaparecer conejos habían vuelto pero esta ves no era con criaturas pequeñas, sino que con personas de mi talla, admití que esto iría demasiado lejos, así que mejor me tranquilicé, pero el odio nunca desapareció.
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