Quien diría que la felicidad se encontraba tan cerca que quemaba

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Al día siguiente en el gremio nada en especial había ocurrido en el transcurso del día, Natsu y Juvia estuvieron hablando e intentando elegir una buena misión en una mesa del gremio. Pero Lucy no había pasado por el gremio en todo el día, pocos lo notaron entre esos poco Gray y Natsu, Natsu decidió esperar, "ya volvería ¿no?" eso fue lo que siempre hacen con él entonces no deberían molestarse si el simplemente espera también ¿cierto?.

Cuando al fin eligieron una misión, se dispusieron a salir hacia aquel diabólico lugar... Digo la estación de trenes de Magnolia pero fuera de las puertas de gremio se encontraba ella, la maga celestial.

-Natsu, me gustaría hablar contigo un momento- Dijo intentando mantener la compostura.

-Lo siento Lucy pero ahora mismo tengo que ir a una misión junto a Juvia- Mientras sujetaba la mano de la maga de agua quien se alegró de que prefiriera estar junto a ella.

-Eso puede esperar, después de todo esto es más importante- en su tono de voz se notaba cierta molestia mientras.

-¿Tan urgente es?- preguntó curioso el mago de fuego, pues si era mas importante que ir con Juvia debía ser realmente importante o eso pensó él.

-Si, pero debe ser a solas- Hizo una clara mirada a la peliazul indirectamente diciéndole que se fuera.

-Ah... Eso no podrá ser Lucy, Juvia ahora mismo esta conmigo no puedo dejarla sola por algo así - se rascó la nuca un poco avergonzado.

-Tsk... Pero tengo algo que decirte solo a ti- su ira empezaba a notarse.

-Juvia puede irse si quieres Natsu-sama, eso no molesta a Juvia en absoluto- al momento de decir eso la maga de agua pensó "MENTIRA" en su interior no era posible contar cuantas veces había maldecido ya a la rubia.

- No tranquila Juvia, yo te prometí que iríamos ahora a esa misión juntos así que definitivamente te quedarás- mientras posaba su mano sobre su cabeza, Natsu era idiota, no vamos a negarlo a estas alturas pero no tan idiota como aparebtaba. Después de que Juvia estuviera un tiempo en el gremio el podía saber perfectamente que sus celos no son nada pequeños. Ante la caricia del dragon slayer en su cabeza la joven peliazul se sonrojo levemente.

-Hmhmm! ¿Podrían dejar de coquetear en mis narices? - estaba enfadada, aunque no tuviera el derecho ella seguía enojada.

-Ah... Perdón, bueno ¿me dirás que era eso tan importante? Por mi no hay problema en perder el tren pero...- en verdad estaba bailando en su interior pensando en la posibilidad de no tener que subir a aquella cosa satáni-... al tren.

-Ya te dije que debía ser a solas- Se cruzo de brazos como si esperará a que acataran sus ordenes.

-En ese caso nos vamos o llegaremos tarde, nos vemos más tarde Luigi.- Corrió arrastrando a la maga de agua de la mano para ir a donde vendían los boletos de transporte.

-¿huh? Oye, ¡espera!- al principio ni se percato de que se fueron pero al verlos alejándose empezó a gritar pero no hubo respuesta.

-Ya te dije que ni tu ni yo tenemos derecho alguno a meternos en su camino ¿o no lo dije?- la voz de Gray vino desde atrás de ella.

-Como si me importará, ¿él me quería no? Entonces ¿qué diablos hace con ella?- refunfuñaba con el cejó fruncido la maga celestial.

El fuego siempre se dejara apagar por su amada agua [[ Navia ]]Where stories live. Discover now