Capitulo III

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Cherí llegó cerca del mediodía, solía entrar diciendo solo permiso pero eso no evitó que viera a Abigail, la molesta rubia tonta que solo sabía mover los pompones y hacer piruetas con los chicos del equipo de fútbol darle a Lyon una esfera roja brillante con blanco, mientras le quitaba la envoltura. Caramelos, tenía mas, eran de esos que solía darle siempre a sus amigas.

-¿Otra vez aquí Señorita Weiss? -le preguntó a ella mirándola de esa forma que sabía que le molestaba- Lyon, traje pastelillos de té verde.

-Gracias Cherí.

-Si los comes ahora será muy amargo -Dijo la mocosa rubia con una sonrisa mirando a su padre. Estaba esperando que llegaras para irme -La miró sonriendo- Afortunadamente lo darán hoy en la tarde.

-Mañana, Señorita Weiss en la mañana, eso no responde a mi pregunta, ¿porque estás de nuevo en la habitación? 

Cherí comenzaba a perder la paciencia, pero Lyon no estaba echándola de la habitación, estaba sonando música Schumann, si no se equivocaba, vio la cosa peluda y rosa que era el teléfono de Abigail, comenzaba a enfadarla, mucho.  Especialmente como acomodó la almohada de Lyon mientras hablaba 1000 palabras por hora diciéndole lo que debía hacer para cuidarse.

Cherí trató de no prestarle atención pero esa mocosa le estaba haciendo perder su paciencia tratando a su padre como si fuera uno de sus amigos, hablándole tan familiarmente y estando tan cerca, lo mas molesto era que parecía feliz cerca de él, incluso se había peinado, eso era nuevo.

-Señorita Weiss, es suficiente, no creo que sea del agrado de su familia que pierda el tiempo molestando a otras personas o metiéndose en su espacio personal en lugar de estar cumpliendo con sus obligaciones, no creo que sepan que se está saltando la escuela.

Abigail, en ese entonces miró a Cherí, pero no estaba sonriendo, Cherí tampoco. Le agradaba ganar sobre las cosas especialmente sobre las que le molestaban así que cuando vio como se acercaba a la puerta y simplemente desaparecía, sonrió, luego miró a su padre.

-¿Como estas Lyon?

-Mejor, ¿que tal la escuela? solo estaba pensando ¿no era amiga tuya?

-¿Dijo que lo era? -preguntó colocando la caja con los pastelillos en la mesilla.

-¿Has llamado a Angus y a Frederick?

-Anoche antes de que partieran y papa llamó en la mañana para saludar, dice que el viaje de Frederick va muy bien, también dijo que irá a un especial de leyendas del Rock mañana y que bebió demasiado porque se puso nervioso en el avión.

-Supongo que son buenas noticias, Cherí esa niña estaba en lo correcto en una cosa, no me iré mañana sino hoy.

Sin emoción alguna, Cherí asintió, estaba preocupada porque ahora que papá Angus no estaría ni Frederick ¿quien controlaría a Lyon? preferiría no estar en casa para verlo sucumbir ante una sobredosis otra vez, preferiría estar lejos de él.

-Tengo que llamar a Anja para que prepare todo en casa, bien entonces, iré donde las enfermeras.

Cherí se fue, pero le dió una lijera impresión de que Lyon no quería que esa mocosa molesta se fuera, aún miraba el envoltorio del caramelo, que mal, era imposible para ella estar cerca de él, era como si un gato callejero quisiera comer caviar.

Mientras el telefono repicaba, su pensamiento se quedó en esa molesta chica, sería mejor que aprendiera cual era su lugar.

-Querida Anja, si, papá llega a casa esta tarde, mas pronto de lo que pensé, es genial, tienes razón, ¿puedes prepararle ese platillo que tanto le gusta por favor? exacto, gracias ¿listo entonces? -lo miró-  ¿debo empacar?

Entre NotasWhere stories live. Discover now