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Eddmon

— Kaaaaarma—canturreo Jena

— Cállate—brame, no estaba en mis cabales para aguantar sus bromas 

— Admítelo Eddmon—me señalo con el dedo indice mientras sonreía zorruna—,eso te pasa por haberla engañado—espeto.

Me quede mudo, no tenía nada que decir y no quería replicar porque de cualquier forma, Jena tenía la razón. La había perdido.

Suspire

— Vamos hombre, además lo arreglaran después—Tom me palmeo por detrás y lo mire de reojo  —¿Lo crees?—lo miré incrédulo

—Eh...pues—balbuceo y se rasco la nuca

— Bueno, yo lo dudo —se entrometió en la platica Aldair  
— Yo también—respondió Jena

— Como sea—bufe y observe la puerta de la plaza por donde acababa de salir Alexa junto con el idiota de Calum, tomados de la mano, juntos. Aquello había hecho que mi sangre me hirviera y que me enfureciera cada vez más, pensando en lo que estarían haciendo juntos. La imagen de verlos juntos me quebraba por completo. Nunca me imagine a Alexa con alguien, cada vez que lo hacía yo era cortante con ella, la trataba mal o lo que siempre solía hacer, cuestionarla sobre su apariencia.  

No sé como tomar lo que vi, porque ella y yo seguíamos juntos, quizás físicamente pero no sentimental, ella estaba feliz con Calum. Lo sé, lo noto desde que me evita, desde que no me responde los mensajes, desde que no me ha dicho nada más de su vida, desde que volvimos la noto diferente. No es la misma, yo la quebrante, es mi culpa. Me envidiaba tener que ver que ella estaba rehaciendo su vida, que ella ya no me incluía. Yo ya no era nada para ella cuando antes lo era todo. Esto me estaba rompiendo y no sé por cuanto tiempo seguiré aguantando. 

Alexa

—¡Mierda Calum!—brame furiosa— ¿Por qué le das tanta importancia? La estaba pasando bien, bueno excepto la parte de...—Calum me interrumpió

— Deberías de entrar—sus palabras fueron tan duras y secas que me dolió.

— ¿Qué?— lo observe confundida

— De acuerdo, te iré a dejar—bajo de su motocicleta, se quito el casco y camino hacia la entrada de mi departamento, yo lo seguí.

— Calum —lo llame pero él se mantenía cabizbajo

— Vamos —me tomo de la cintura para encaminarnos al elevador que se encontraba solo, cuando nos adentramos aquel silencio cómodo que solía estar ya no apareció, ni por arte de magia ni por que suplicara que volviera. Cuando llegamos a mi piso, nos encaminamos en silencio hacia mi puerta. Busque en mi bolso mis llaves, cuando las saque mire a Calum, estaba muy extraño, él estaba más callado que de costumbre, pareciera como un fantasma. Parecía recaído y eso me preocupaba.
— ¿Qué pasa?—me volví hacia él pero no me miraba solo había repetido las primeras palabras cuando llegamos al estacionamiento "deberías de entrar"— No lo haré—le respondí y fije mi mirada sobre él pero el seguía actuando de esa forma—dime—.Tome entre mis manos su rostro y lo obligue a verme.—, Eldwin, dime ¿que ocurre?—su mirada me provoco temor, el miedo emanaba en mi cuerpo, yo me estaba quebrando al verlo así, Calum tenía la más triste de las miradas, sus cejas estaban fruncidas, sus labios entre abiertos y sus ojos brillosos estaban más oscuros que de costumbre.

— Es que...—frunció los labios—, nada, entra—me ordeno y retiro mis manos de su rostro.

—Por favor—le suplique. Me abrazo, estaba atónita ante aquella acción.

×SECRETS OF THE SECOND LOVE×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora