Alexa estudia administración de empresas, en su carrera conoce a nuevas personas pero hay un chico en particular que la atrae a primera vista. Realizan muchos cambios de grupos durante su preparatoria y aun más cuando es de último año.
Cuando va tr...
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Tal y como dije. × Maratón×: 1/?
2:45pm —Es tan agotador—suspire mientras estiraba ambos brazos y escuchaba como estos tronaban, camine hasta el escritorio donde estaba Miranda—, continúa tú.—le tendí el plumón a Miranda
Giro su rostro, me observo por unos instantes sin dejar de escribir y ni siquiera se molesto en ver al teclado o la pantalla—No tú—volvió su mirada hacia la pantalla
— Vamos—le insistí—, ya me canse— hice como un berrinche de niña pequeña — ¿Y?—vacilo— Hazlo—me ordeno y se acomodo las gafas — Es tú trabajo también—le aventé el plumón en su cabeza haciendo que se escuchara el eco de lo hueca que estaba — ¡Maldita!—se levanto del escritorio, dio media vuelta y bufó como un toro al ver que únicamente le sonreía con inocencia
— ¿Perdón?—dije un poco insegura, ella dio grandes zancadas hasta a mi y yo retrocedí lo suficiente para correr hacia la sala y que no me atrapara
— ¡VEN ACÁ!—vocifero cuando se dio cuenta que ya estaba afuera de su habitación a punto de correr hacia la cocina— ¡No seas, marica!—grito y yo estaba con los nervios sintiendo sobre mis pies, sentía que estos no estaban corriendo lo suficientemente rápido para llegar a mi objetivo
— ¿Miranda?—una sonrisa de triunfo se formo en mi rostro al escuchar esas palabras, mi objetivo estaba muy cerca incluso también me salvaría la vida— ¿Alexa?—volvió a preguntar la madre de Miranda quién estaba en la cocina observándonos extrañadas — ¿Qué ocurr—antes de que prosiguiera, enrede mis brazos hacia a ella, nos tambaleamos un poco y cuando al fin pudo estar de pie por otros instantes ella me recibió el abrazo
— ¡VEN ACÁ HIJA DE PU...—Miranda ya no prosiguió con sus palabras al ver hasta donde yo estaba, su madre me separo y me coloco detrás de ella posicionando ambos brazos como jarra y sabiendo que sin necesidad de mirarla, su madre la estaba viendo desafiante— ¡Ella empezó!—me señalo sosteniendo el plumón y yo me escondí aun más en la espalda de su madre — ¡Dejen de jugar!—grito—¿No que estaban muy ocupadas como para no acompañarme a las compras?—pregunto, dio media vuelta y nos observo de hito a hito, esperando por un respuesta que no sería contestada más que de un silencio.
— ¡Ella no quería ir!—señale a Miranda y me observo con los ojos desorbitados y abriendo su boca para formar una gran "o"
— ¿Qué?—bramo incrédula — ¡Ay...—Angela había llegado al último escalón con la respiración acelerada
— ¿También a Angela?—pregunto su madre
— ¿Qué?—Miranda la miro indignada y coloco una mano sobre su pecho—Yo no...—pero su madre se interpuso
— ¡No comerás en una semana! —le señalo su madre con el dedo indice
— ¡¿Qué?! ¿Por qué la defiendes a ella? —extendió sus brazos hacia a mi
