~*Rossie*~
Me fui a mi cuarto.
No me sentía bien. Helena actuaba extraño y no se mostraba comunicativa... Me hacía sentir mínima y perdida.
Preferí ponerme a adelantar y leer el libro que mi hermana me había dado.
- Rossie... Dulzura ¿puedo pasar?
- Claro.
Ella me vio y vino a sentarse a mi lado.
- Lamento que pues...
- No hiciste nada, Helena.- Corté y seguí con la vista en mi libro.
Ella puso su mano entre las palabras y lo tomó para ponerlo en la mesilla de noche.
- Oh, al contrario, hice varias cosas. Pero no hemos hablado de ello... Ven, vamos a almorzar.
- No tengo hambre.
En eso mi estómago sonó.
Ella me vió, levantando una ceja.
- Tu pansita y tu deberían aclarar sus ideas y ponerse de acuerdo. ¿Vas a venir o quieres que te cargue?
Sonreí de medio lado al sentir su mano acariciando la mía.
No es sencillo esquivarla.
- Vale. Iré.
~~~
Helena había preparado ravioles, ensalada de patatas y huevos cocidos, batidos de frutas y podía oler las galletas de naranja.
- ¿Sabes? Si haces eso, no sólo seré incapaz de mantener mi mal genio, sino que me vas a tener envuelta con una cinta y puesta como regalo.
Ella sirvió jugo.
- Lo sé. Tu estómago tiene línea directa con tu dulce corazón.
- Depende... ¿De qué es el jugo?
Me vió con una sonrisa sobrada de confianza y una mirada traviesa.
- Remolachas, naranjas, fresas, tomate de árbol, zanahorias, un toque de pimienta negra y jengibre, endulzado con azúcar morena.
Abrí bastante los ojos.
- Pero tú lo odias, mucho.
- Y tú lo amas, mucho.
Su forma de responder, tan simple y despreocupada, me dieron a entender que iba enserio su empeño por arreglar todo.
Mentiría si dijera que no me sentí en el cielo. Todo estaba delicioso.
Tenía el estómago llego, el cuerpo demasiado relajado y estaba atontada.
-Helena, no sé qué has hecho, pero francamente no creo que vaya a importarme.
Ella rió, pero luego se puso seria y se sentó muy cerca. Con un tono dulce y como metiéndose por debajo de la piel, empezó.
- ¿Recuerdas a tu profesora?
- Sí. ¿Qué con ella?
- Nada. Mira ésta foto.
Era una niña de rubios cabellos brillantes y rubios, sentada a la mesa, rodeada de libros, y una joven señora de vestido negro floreado. Era una foto en tono sepia.
- Se parece a ella...
- Es ella. Hace años, conmigo.
Casi me ahogo.
- ¿Mi profesora fue tu institutriz?
- En efecto. Y... Me llamó diciendo que fuera a buscarte.
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[PAUSADA Y EN MUDANZA] Maestra... ¿Todo bien?
RomanceContinuando desde "Maestra... ¿Me porté mal?" (Eliminada de la plataforma) ¡El romance LBGT no acaba jamás! Rossie Allier Darlen, tiene 18 años y empieza su vida universitaria sin problema alguno. Su vida no es perfecta, pero los altercados que la r...