[PAUSADA Y EN MUDANZA] Maestra... ¿Todo bien?

Capítulo 38

~*Helena*~

Una semana y media luego.

Mi Rossie se siente mucho mejor. Puede caminar yendo con cuidado y con la ortopedia puesta.

Anda un poco estresada por la pre-entrega de proyectos. Sin embargo, nada puede adelantar hasta que le entreguen la corrección, ahora es cuestión de tiempo y, por supuesto, también puede estresarse por el pedido de la directora para la dichosa exposición. Dado que necesita un descanso, pero de ninguna manera la dejaría ir a pegar patadas al club de pelea aun de reposo, he hablado con Madame Dorothea para que la mantenga ocupada en el piano mientras yo me ocupo de organizar mis papeles, pues me encuentro no sólo dispuesta sino ansiosa de volver a matar la estupidez de esos mocosos jugando a ser adultos creídos en la universidad...

Ah, lastimosamente, Rossie se va a llevar mi peor cara, estoy segura de ello, tengo que tener cuidado. Dely intenta calmarme con chocolate.

- Helena, respira, recuerda que Rossie será tu alumna, la única diferencia es que no es la escuela sino la universidad. ¿Acaso también la harás llorar como al resto? Cuando comenzaste eras la maestra más joven y sin calificar, tenías que darte un lugar. Ahora eres mayor, amiga, sólo tus alumnos son niños gramdes y estúpidos aún, pero no habrá babosos que pudieran creer que tienen derecho a hacerte algo... - No deja de peinarme el cabello.

- Dely, debiste verlos cuando fui a buscar a Rossie aquella vez. Sus bromas son sencillas, es dulce, causa sonrisas, situaciones civilizadas... Y al otro lado, chicos inflando un condón y jugando a las "espadas" con "globos".

No pudo aguantar la risa.

- Pero Rossie no tiene la culpa de que sean idiotas.

- Pero igual se va a cabrear si la trato diferente al resto.

- Pero también le dolería que la subestimes como al resto a pesar de ser tu pareja. Debes hablar con ella en vez de quedarte llenándote la boca de besitos de chocolate. ¡Anda, aprovechas y le pides unos besitos sabor fresa! - Me despeinó.

No pude evitar sonreír.

- Dely, dijo que quiere empezar a usar colorete... Dejará los brillitos de fresa, por un labial de chocolate... Y quiere que elija el color indicado para sus labios... ¿Puedes entenderlo?

Dely me abrazó.

- ¡Aww! Confía en ti, era de esperarse. No le pongas un color muy llamativo, con un rosa básico de 745 estará bien.

- También dijo que quiere usar lencería como la mía...

- No es para menos, seguro le das un buen ejemplo y quiere deleitarte tanto como tú a ella.

- Incluso quiere tomar un empleo, sí o sí, para pagar cualquier cosa en casa... No sé cómo tomármelo.

Dely rió y me hizo verla a los ojos.

- Tómatelo como el hecho de que tienes la mejor novia de la vida, es todo.

- Son demasiados cambios, es como si... No lo sé...

Dely suspiró.

- ¿Como si estuviera creciendo muy rápido? Sorpresa, amiga, tiene 18. ¿No venía siendo tiempo de que lo notaras? Helena, tienes que hacerte a la idea de que no eres su madre.

Auch... Balde de agua fría.

- ¡Nunca he pretendido serlo! Pero es que no es justo, Dely, ella no tenía a nadie y...

- Ugh, aquí vamos de nuevo... - Me tomó de las mejillas. - Helena... Da igual qué haya sucedido, vive el presente, no la conocías antes y no pueden cambiar el pasado. No puedes culparte de la vez de la bofetada o más allá de eso, no puedes pretender hacer más de lo que ya haces y que, bien sabes también, a ella le incomoda si no la dejas aprender por sí misma cómo cuidarse sola.