doce

748 81 3
                                    

Hanji le miro con severidad. Mostraba determinación en su mirada, ya tenia una decisión tomada, un plan B por si todo esto acababa de la peor manera. Para ser precisos, de la manera en que ahora se encuentra.

—Armin, no puedo permitir que ella regresé a Marley. Por eso las decisiones que tomé en esta nueva misión, deben ser respetadas por ti, mi misión es proteger a la humanidad —argumento y él rubio bajo la mirada —Lamento decirte que es de Annie de quien debo protegerla. Te espero en la base, te necesitaremos y espero estés comprometido con nosotros. De lo contrario tendrás que quedarte a esperar tu castigo.

Sin decir mas, Hanji se retiró dejando a Armin cabizbajo mal diciendo internamente, ¿Por que se enamoró de la enemiga de la humanidad? Se preguntaba algo que en las noches no le dejaba dormir.

Para él fuera quién fuera debajo de la máscara que ella mostraba, siempre seria tan solo Annie Leonhart la chica de quién se enamoró perdidamente sin razón aparente. En los años que la había esperado sin importar ningún cristal o cosas del pasado, simplemente era ella, no la enemiga de la humanidad.

Pero no quería pensar de esa forma, él le había dicho que no era un monstruo, no podía darse el lujo de pensar eso ahora. Pero ahora no solo era su amada Annie, ahora mismo era la enemiga de la humanidad la cual debía atrapar y quien sabe matarla por medio de sus propias manos, debía dejar los sentimentalismos tal y como lo hizo hace tiempo al descubrir su identidad como Titán Hembra.

Annie corría por encima de las murallas, varios soldados ya habían sido avisados sobre la posible amenaza que trataba de desplazarse hacia las afueras y que se debía dar su captura de manera inmediata

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Annie corría por encima de las murallas, varios soldados ya habían sido avisados sobre la posible amenaza que trataba de desplazarse hacia las afueras y que se debía dar su captura de manera inmediata.

La chica traía una capa encima de color verde y con el emblema de la guardia estacionaria perteneciente a la mujer que hace horas hizo perder la consciencia. Traía el gorro de la prenda encima y sus rasgos hundidos en la penumbra de la inexpresiom y lo monótono, su rostro era una mascara de la revolución que había en su mente, discimulaba casi de forma perfecta el como su corazón latía incesante contra su pecho.

Rico la había avistado en su cruce por una de las ciudades principales, sabía muy bien que al viajar sobre las murallas no iba del todo desapercibida quedando expuesta ante ojos de veteranos suficientemente capacitados para acabar con ella como lo era Rico, entre otros de la elite de quienes pudo ver su brillante actuación en la toma de Trost.

Sin embargo podía pasar un tanto desapercibida debido al uniforme que portaba, haciendo que quien le viera pensaba que tan solo estaba haciendo las labores sobre las murallas. La emoción empezó a invadir su pequeño cuerpo al ver finalmente la puerta de la muralla, ese era el único camino para regresar a la frontera y debía arreglárselas por ella misma para lograr cruzar el mar. Aunque observando el panorama habían avanzado en cuanto a tecnología y solo tal vez tendría la suerte de encontrar barcos al pie del océano.

De pronto un sonido inconfundible lleno sus oídos. Cascos de caballos corriendo a su dirección se pudieron diferenciar, sus ojos se abrieron en forma de sorpresa, no quería ser capturada cuando ya al fin lo estaba consiguiendo, cuando estaba mas cerca de su padre.

—Mierda—murmuro volteando levemente su rostro teniendo a la vista algunos soldados que tenían las capas de la legión. Eran tan solo cuatro pero dudaba que estuviesen solos.

Su oído podía diferenciar a mas caballos a cierta distancia, al observar mejor, las personas estaban usando la técnica que ella ya conocía desde su anterior aparición en la quincuagésima séptima expedición, ocultando sus rostros tapándose con el gorro que la capa traía.

Ellos sabían que no deseaba derramar mas sangre, es mejor decir que él lo sabia. Fruncio el  ceño sacando del bolsillo su anillo que se habían olvidado se sacar a la hora de despojarse de su uniforme.

—Demonios, el maldito anillo—murmuro uno de los soldados. Estaban a punto de alcanzarla sin embargo la rubia apretó sus manos formando puños y sus nudillos se tornaron de un tono mas pálido debido a la fuerza que aplicaba.

“No servirá de nada el hablar, en estos momentos dudo que ellos me lleven a juicio o una simple tortura, ellos me mataran como seguramente lo hicieron con Reiner y Bertholdt” pensaba mordiendo su labio inferior, corriendo inútilmente sabiendo que la alcanzarían y no lograría llegar a la puerta de la muralla.

Ella no tenia idea que Armin portaba el poder del titan de su azabache amigo y tampoco que la vida del rubio había terminado tras la transformación de Eren en aquel festival. No sabia nada de eso y era mejor de esa manera, por lo menos así pensaba Armin quien iba en la linea principal de la formación esperando a que la puerta de la muralla se abriera.

Miralos a todos como sin fueran tus enemigos” llegaron las palabras de su padre a la cabeza. Miro el borde de la muralla teniendo una vista plena de lo que se encontraba abajo.

“No es momento de dudar, si no de accionar” se dijo a ella misma pensando en la opción mas lógica antes de que la atraparan, sus piernas no eran tan rápidas como la de los corceles que traía detrás.

—E-Ella ¿L-Lo haría?—cuestionó una recluta observando como su líder de escuadrón; Jean Kirshtein, fruncía el ceño pensando en su siguiente movimiento.

Annie freno pero los caballos no se detenían, una expresión repleta de desesperación se plasmo en su rostro mientras sus ojos no diferenciaban quienes eran sus colegas del ciclo ciento cuatro de reclutas, aunque ahora mismo eso no le importaba pero no quería  cargar con mas muertes en su espalda, la culpa la mataría sabiendo que no habría ningún Armin que la consolará.

—¡Paren ya o los matare a todos!—vocifero temiendo que él explosivo Jaeger estuviera entre el escuadrón que estaba encima de las murallas  tras su captura.

Jean mordió su labio inferior y halo las correas de su corcel al ver como la mano de la chica se acercaba a su boca en forma de amenaza. Al parecer esta vez no importaba sus identidades, ella estaba dispuesta a regresar a Marley matando a quien sea que se entrometiera en su camino.

—¡¿Capitán, cuales nuestro siguiente movimiento?! —hablo la chica por todo el escuadrón, todos los jóvenes cadetes se encontraban asustados, sabían del historial y las muertes que la chica frente a ellos había causado. Jean tan solo se mantuvo en silencio con su vista en Annie.

Y lo inesperado para ellos sucedió...

Culpable|| AruannieWhere stories live. Discover now