Capítulo III

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Estoy parado en la orilla del río, observando la luz de la luna. Esperando a que llegue Ladybug. Me dijo que llegaría antes que los demás.


Busco una canción y me pongo a bailar.

No se si lo haré bien, pero es lo único que tengo para sacar lo que llevo dentro.

Escucho la música y poco a poco dejo mi cuerpo llevarse con la canción.

Al terminar, cerré los ojos y, fue cuando la escuché.

— No lo haces tan mal... –volteo y era Ladybug desde arriba — Para ser un novato —me dice sonriendo.

— ¡Ladybug! —le digo con una sonrisa de oreja a oreja.

— Vámonos.

— ¿A dónde?

— Ya lo verás, gatito. Ven o iré por tí.

Se impulso hacia atrás, me fuí corriendo tras ella pero al llegar arriba la perdí de vista.

De repente siento unas manos tapándome los ojos.

— ¿Quien soy? —me dice riéndose, su risa me llevo a otro planeta; era hermosa.

— ¿Bugaboo? —le digo sonriendo.

En ese momento quita sus manos de mis ojos y se pone frente a mí.

— ¿Como me has dicho? —me dice con una mirada coqueta, acercándose a mi rostro, dejándome totalmente petrificado

— Aah... ¿Te molestó?

— Jajajaja todo lo contrario. ¡Sigueme!

Comienza a correr y yo corrí tras de ella en las calles de París.

Luego veo que se mete a un callejón cerrado. Escaló la serca, yo jamás había hecho algo así. Copio sus mismos movimientos, me costó trabajo pero lo logré. De ahí había otra serca, había unas cajas de madera y un bote de basura, ella los subió como escalones. Yo ya me estaba sofocando.

— Lady...  ¿Ladybug? ¿A donde me llevas?  —le pregunté estando ella ya del otro lado.

— Tranquilo, ya casi llegamos. —subí las cajas y al llegar al otro lado, veo que empuja una caja de basura tapando un agujero

— ¿Le tienes miedo a la oscuridad? –me pregunta burlonamente.

— Pff, ¡Por favor! ¿Yo...Tenerle miedo a algo? Jamás Bugaboo.

— Jajajaja, entonces... entremos.

Prende la lámpara de su celular

— No te separes de mí —me dice volteandome a ver.

— De acuerdo. —le respondí.

Me toma de la mano y me lleva a otra puerta.

— Es aquí.

Veo que saca unas llaves y abre la puerta.

Me quedé totalmente sorprendido.

— Bienvenido a nuestro escondite.

Era una habitación de casi igual tamaño que la mía. Tenían luces de colores, comedor, música y una pista de baile.

— ¡Wow! Esta genial este lugar.

Me e quedado boquiabierto, jamás había visto un lugar como éste.

— ¡Viejo! Oigan todos... —dice Burbujeo — Él es la razón, por la cual, nos reunimos hoy aquí. Denle la bienvenida a Chat Noir, amigos.

Todos me saludaron, fueron amables conmigo

— Pst, seguro le gano en un reto. —dice un chico alto.

Su cabello es rubio, con un mechón arriba y tienes raices de color negro.

— ¡No le hagas caso! A Cupido Negro le gusta retar, pero la mayoría los a perdido. Hola, soy Quiebra-Tiempo. Un placer conocerte.

— Hola, soy Chat Noir. –noté que usa patines — ¿Bailas con patines? –le pregunté asombrado.

— ¡Claro! Al principio cuesta mucho trabajo, pero con mucha práctica lo logras algún día.

Después se acerca una chica de estatura baja con un chico alto.

— Hola, me llamo Horrificadora y el es Corazón de Piedra.

— Hola, es un placer estar con ustedes. —les digo regalandoles una sonrisa

— Hola, soy el Jugador. Espero que nos llevemos bien. ¿Quieres algo de beber?

— ¡Claro! Estoy sediento

Me llevó al comedor, habían sillones y la cocina era pequeña, pero no estaba mal. El encargado de la cocina era un chico de cabello rojo, ojos color verde agua.

— Uy, Chat Noir. Tengo que irme. Debo arreglar unos asuntos con Cupido Negro. Nos vemos luego.

— No te preocupes, nos vemos luego.

Se va y hablo con el chico de cabello rojo

— Hola, soy Adr... ¡Es decir! Soy Chat  Noir.

— Hola, soy Demoilustrador. Un gusto. ¿Que quieres? Tengo un par de Cervezas, la verdad no tomamos mucho aquí. Pero de alguna forma tenemos. Es algo raro.

— Hola chicos

Era Lady Wifi  acercandose con Burbujeo. Nos la pasamos platicando, riendo y bailando, hasta hubo batallas, fue estupendo. Me llevé muy bien con todos. Aunque después me percate de que Ladybug ya no estaba. Me dijeron que se había ido, ya que estaba cansada.

Todo termino a las 2:00am. Creo que deberían de ver la forma de vernos durante el día. Ya que de noche no asisten todos.

Pero hoy, al parecer estuvieron todos por mí. O eso me dijo Burbujeo. Al salir, me quité la pintura y me pongo mi propia ropa en los arbustos.

Al llegar yo al puente me encontré con una gran sorpresa. Estaba mi padre ahí, esperándome, sólo, parado, observando la luna.

— ¿Papá?

— Adrien... —voltea a verme.

— ¡Papá! ¿Cuanto tiempo llevas aquí?

— No mucho. Adrien, no puedo justificarme, pero eres mi hijo y no quiero que nada malo te suceda. Regresa a la casa.

Ahora tengo una nueva vida. No quiero dejar de ver a mi amiga, Marinette y... a la chica que me gusta, Ladybug. Regresar con mi padre es... no volver a ver a mis nuevos amigos.

« Bailando Por Amor »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora