Capítulo 14 - Drogas para el alma.

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Sonríe. Me mira fijamente a los ojos y sonríe tiernamente. Veo sus ojos comenzar a vibrar; los míos siguen llorando sin parar. Comienza a andar hacia mí. Meredy y los miembros de Oración 6 se esperan quietos en su sitio, sonrientes por volver a verme y por la preciosa escena de reencuentro que saben que van a vivir.

Jellal se para frente a mí y me mira a los ojos intensamente. Me tiende la mano y me ayuda a levantarme. Su sonrisa no se desvanece en ningún momento. Su mirada es tan brillante, que parece un reflejo. Esa marca de su ojo derecho sigue siendo tan perfecta en él. Su cabello azul, despeinado y dejándose caer sobre su frente. Lo observo detenidamente, pensaba que no lo volvería a ver.

Ladea la mirada y mira a Natsu, que le responde con una gran sonrisa.

- (Natsu) – Cuánto tiempo, Jellal.

- (Jellal) – Siempre es un gusto verte, Natsu.

Se sonríen y vuelve a mirarme. Comienza a levantar su mano izquierda y la lleva a mi mejilla. Mis ojos comienzan a llorar con más fuerza.

- (Jellal) – Qué guapa estás. – me seca las lágrimas. - ¿Cómo te ha ido todo este tiempo?

Cierro los ojos y aprieto los puños. No puedo dejar de llorar por la emoción de volver a tenerlo delante.

Junta su frente a la mía y me pega a él cogiéndome por la cintura.

- (Jellal) – Deja de llorar... - me susurra – Estoy aquí...

En ese momento le abrazo. Sus brazos rodean mi espalda con fuerza.

- (Yo) – Te echaba tantísimo de menos... - digo entre lágrimas sin soltarlo ni un poco. – Menos mal que estás bien. Menos mal que estás aquí.

Mi guapo hermano me abraza con más fuerza y coge mi cabeza con su mano.

- (Jellal) – Claro que estoy bien. No deberías de haber dudado ni un instante.

Mientras sigo abrazándolo, abro los ojos un poco y veo a Natsu justo a nuestro lado, me sonríe tiernamente y asiente suavemente con la cabeza. Sabe perfectamente en lo que estoy pensando.

- (Yo) – Jellal... - poco a poco nos vamos separando - ¿Cómo estás? ¿Cómo has estado?

- (Jellal) – Muy bien. Yendo de aquí para allá como siempre... Nada especial que contar en realidad. – me sonríe. - ¿Y tú?

Giro la cabeza y miro a Natsu. Me sonríe y le sonrío de vuelta. Vuelvo a mirar a Jellal.

- (Yo) – Estupendamente. No podría ser más feliz en este momento.

Jellal arruga las cejas algo sorprendido por mi respuesta y mira a Natsu vacilón.

- (Jellal) - ¿Qué has hecho? – le dice sonriendo pícaramente.

Natsu abre los ojos y se sonroja.

- (Natsu) – Eh, n-nada. En fín... ya sabes. – se raca la cabeza mientras le sonríe incómodo.

Jellal comienza a reírse y le pega un golpecito en el pecho a Natsu.

- (Jellal) - ¿Qué es esa cara? ¿Acaso no tienes confianza de sobra conmigo?

Natsu sonríe y se cruza de brazos asintiendo con seguridad.

- (Natsu) – Ya no eres el único tío importante en su vida. No me cojas mucha envidia.

El fuego de mi corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora