La pequeña galaxia

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Había pasado ya una semana desde que Otabek había conocido al japonés que posaba justo en el departamento de arriba al de él y todos los días se lo topaba en el parque por las casi madrugadas corriendo pero siempre sentía una alocada danza en su corazón al verlo pasar

Él kazajo comenzó a vestirse rápidamente para ir a la escuela porque ya se le había hecho un poco tarde y no quería tener ni una falta en su "historial perfecto de alumno" como suele llamarle a su gran desempeño. Una sudadera &' un pantalón deportivo era su vestimenta esa vez.

Salió de su departamento dirigiéndose a las escaleras del edificio dispuesto a bajar enseguida pero un destello en azul bajando de las otras escaleras llamó su atención haciéndolo girar en su mismo lugar

-¿Katsuki?-

-¡Altin! ¡Buenos días!- respondió él pelinegro al ver al kazajo teniendo la vista puesta en él.

Él kazajo caminó a paso rápido al ver que esté tenía una carriola que bajaba las escaleras por delante suyo, Altin llegó hasta él pelinegro haciéndolo bajar y así sostener firmemente la carriola y que no cayera

-Katsuki, ¿Por qué no usó el elevador si está en buen servicio?- cuestionó mientras sentía que alguien tocaba su mano que posaba sobre la carriola así encontrándose con unos ojos verde limón mirándolo fijamente y mechones dorados cayendo al costado.

Por primera vez Otabek Altin se sentía confundido

-Si lo iba a hacer pero, me confunden todas esas cosas que tiene el elevador, tiene muchas rejas de por medio- Contestó el japonés haciendo salir al Kazajo de sus pensamientos

-Solamente hubiera venido hasta mi departamento a pedir ayuda- Otabek miró al japonés entrar en un completo estado de sonrojo máximo y depositó una sonrisa cálida en su rostro

-Yo... bueno, yo... a decir verdad no quería molestarlo... escuché que es... eres muy cotizado y no me gustaría tener problemas con tu novia o con las personas que están a tu alrededor... ya pasé por eso y no fue lindo...- contestó un tanto avergonzado el japonés

Otabek se acercó al japonés quien tenía la mirada de lado y un gran sonrojo en las mejillas -Tú jamás causarías problemas, ya entraste a mi vida, Yuuri Katsuki- fue lo qué dijo para después dirigirse al elevador y quitar las rejas del mismo -Ven, vamos-

Él japonés tomo la carriola y subió al ascensor con él kazajo a lado suyo y su corazón latiendo como loco

-¿Cómo se llama él bebé?- rompió el silencio el kazajo

-Perdón, fui muy descortés, su nombre también es Yuri- sonrió mostrándole al pequeño quien ahora lo estaba tomando en sus brazos -Es mi hijo-

-Tu esposa debe de ser muy guapa- Por alguna razón fueron las palabras más dolorosas que había pronunciado el kazajo en toda su vida 

-Claro...- Él japonés bajo su mirada un poco siendo claramente visto por su acompañante

Llegaron hasta la planta baja y al salir del elevador; Yuuri con él bebé y Otabek con la carriola, todas las personas los miraron fijamente aún más sorprendidos por el kazajo quien nunca tomaba el elevador. Yuuri se sintió mal por ser visto de tal manera y justo cuando iba a quitarle la carriola al kazajo, este dio un paso al frente sonriéndole al japonés

-¿Vamos?- fue lo único que pronunció antes de salir por completo del edificio los dos juntos

-Bien, ¿vas a negar todas las miradas que estuvieron sobre mi?- dijo el japonés cuando detuvieron el paso

-No, no lo negaré. Pero ya te dije Yuuri, ya te dije lo que pienso sobre esto- Él japonés esbozó una sonrisa de confusión

Él bebé en sus brazos comenzó a llorar de pronto haciendo exaltar a ambos hombres cerca de él

Enamorado de un padre solteroWhere stories live. Discover now