Enamorado de un padre soltero

¿Pichit?

-Bien, ¿Qué hacemos ahora?- habló Otabek una vez que Pichit salió del departamento

-Ven Yura, vamos a dormir...- susurró Yuuri para tomar en sus brazos al pequeño rubio ignorando completamente al kazajo.

El rubio comenzó a llorar

-Papá.. papá..- hablaba mientras veía al kazajo acercarse a él

Otabek tomó al pequeño Yura de los brazos del japonés y se dirigió a la habitación para dormir al pequeño. En seguida entró el japonés

Recostaron al pequeño rubio entre los dos y lo abrazaron sobre su estómago mientras se miraban mutuamente

-Es como si esto lo hubiésemos hecho millones de veces...- habló bajito para Otabek. Este solo lo miró fijamente con una sonrisa en su rostro

Pasados unos minutos el rubio se quedó dormido, Otabek lo pasó a su pequeña cuna y miró atentamente a Yuuri

-¿Vas a seguir ignorándome?- preguntó él kazajo mientras se acercaba al japonés

-Sabes... tengo mala espina de algo...- dijo mientras miraba al kazajo -Debería de salir para asegurarme que Pichit esté bien- comentó mientras movía sus manos nerviosamente

Otabek se hincó hacia él y lo tomó de sus manos mientras las acariciaba

-¿Te páso el teléfono para que le marques?- preguntó Otabek mientras observaba sus bellas orbes color chocolate

-Si...- Otabek se levantó pero fue detenido al momento por el propio japonés -Antes de eso...- Otabek se volvió a hincar frente a él -Perdóname...-

-¿Por qué?-

-Perdóname Otabek... trato y trato de alejarme de ti pero no puedo... necesitas algo mejor... sabes, necesitas una novia bonita que te llene de hijos, con quien puedas salir a antros y pedir café por las tardes...- Yuuri sentía una opresión en el pecho pero trataba de ser fuerte ante el menor, ¿Cómo carajos un chico menor que él lo volvía tan loco e inestable? -Necesitas una vida...-

-Yuuri, me has dicho muchas veces eso...- habló él kazajo Mientras sonreía y volvió a acariciar su mano en un vago intento de tranquilizar al contrario -Yuuri, escúchame atentamente...- él japonés miró al kazajo y le sonrió tenuemente, amaba las actitudes que este tenía con él, lo amaba y no podía negarlo -Si tú me dieras una oportunidad te demostraría que en verdad quiero estar contigo de todas las formas que te imagines, dejaría todo, todo por ti Yuuri, dejaría incluso la escuela si tú me lo pidieras...-

-¡NO!- gritó exasperado el japonés mientras movía las manos en forma de negación -Es a lo que me refiero, debes tener una vida Beka, una vida real para las personas de tu edad....-

-¿Me quieres?- preguntó Otabek haciendo que el japonés lo mirara ingenuo

-¿Qué?-

-Solo contesta si me quieres...- él kazajo se quedó hincado frente a Yuuri mirando cada uno de los movimientos del contrario. Yuuri tomó entre sus manos al menor y chocó sus frentes mientras acariciaba las mejillas de Otabek

-Beka... todo contigo es maravilloso, cada segundo junto a ti y Yura... es el mejor que eh pasado en mucho tiempo, cuando estuve contigo la otra noche... fue la mejor de mi vida... cada vez que me tocas... ¡Dios! Otabek, eres perfecto, me duele que estes a mi lado encerrado con un bebé o que cuides a Yura de tal forma que no salgas con tus amigos...-

-Yo solo te pregunté si me querías...- sonrió Otabek mientras tomaba las manos de Yuuri sobre sus mejillas -Yuuri, jamás me cansaré de decírtelo, me gustas, quiero ser el padre de Yura, quiero que seas mío por mucho tiempo hasta que no te quede duda que eres el amor de mi vida...- Yuuri se coloró al momento -Sabes, te contaré un secreto pequeño...- Otabek se separó un poco de él y comenzó a jugar con las manos de Yuuri -Siempre tuve en claro que era un jodido heterosexual hasta que te vi dar la vuelta justo en la puerta de este departamento... me confundiste bastante Yuuri, me hiciste dudar tanto de mi...- Yuuri comenzó a reír por los nervios siendo callado al momento por un sonoro "Shh" de parte del kazajo