Los huracanes más poderosos llevaban su nombre. Ella vivía con orgullo, sabiendo que nadie podía superarla. Enamoraba a todos los hombres del universo para que no miraran otras piernas, para que no pensaran en otros ojos, en otras manos, en otros labios.
Todos estos años había permanecido hermosa, inmutable, poderosa y mágica. Sobre todo mágica. Hechizaba con su andar y su voz era suave y dulce como el terciopelo. El viento seguía sus movimientos y por donde pasaba, incendio.
La vi una vez hace mucho tiempo. Recuerdo que pensé: cuando sea mayor quiero ser como ella. Fuerte como una tormenta, valiente como si no temiera nada, hermosa como la nieve recién caída. Pero ahora todo ha cambiado. Había crecido con ese ideal, pero ahora me he dado cuenta de que ella es y será el más terrible de los monstruos.
Arisha.
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Ocaso
PoetryÉl estaba perdido antes de conocerla. Ella, la diosa, lo salvó de la caída y lo enamoró sin palabras. Después de ella, ¿quién querría a una musa?
