Inesperado

CAPÍTULO 20 (Primera Parte)

Manhattan.

«Annie vino a buscarte, justo después de que partiste a Long Island»

Eso dijo Archie, mientras le entregaba una pequeña tarjeta.

«Ella quería platicar contigo y decirte que vivirá muy cerca de aquí. Se puso muy contenta cuando le dije que tú estabas con Terry»

Candy observó la elegante tarjeta que yacía sobre su escritorio y dejó libre un suspiro que había estado guardado dentro de su pecho.

—Oh Annie... —murmuró, al tiempo que pasaba sus dedos por la tarjeta—. ¿Será que ahora sí podremos ser amigas? —preguntó, con incertidumbre, mientras buscaba papel y tinta, para comenzar a escribir—. Al menos voy a intentarlo. No me cuesta nada... nuestra amistad no va terminar por mi causa, yo aún seguiré luchando.

Un golpe sobre la puerta de la habitación, hizo que la joven enfermera se sobresaltara y dejara de charlar con ella misma. Rápidamente, abandonó sus dilemas y recomponiendo su postura, exclamó:

—¡Adelante!

—¿Candy? Soy yo, Patty... — llamó la chica, detrás de la puerta...—. ¿Puedo pasar?

—Claro... ¡Pasa Patty!

La joven O'Brien, ingresó a la habitación de inmediato y una vez adentro, cerró la puerta con cuidado.

—Hola... ¿Qué haces Candy?

—Hola, Patty. Me disponía escribir una misiva.

—¿Le escribirás a Annie?

—Sí, lo haré... ¿Y tú? ¿Ya le escribiste?

—Aún no, pero, lo haré más tarde —Patty tomó asiento muy cerca de donde se encontraba Candy y entonces, al fin se animó hablar—. Oye, ¿puedo hacerte una pregunta? —cuestionó la muchacha.

—Claro que puedes —La rubia dejó lo que estaba haciendo y  observó a su amiga...—. ¿Qué deseas preguntarme?

—Antes que nada, tienes que saber que es una pregunta completamente personal... de verdad espero no ofenderte con ella...

—¿Por qué piensas que voy a ofenderme? Patty, tú puedes preguntarme lo que quieras, somos amigas... ¿No?

—Sí, claro... pero... Candy, es que me da algo de pena hacerte ese cuestionamiento.

—Solo pregunta y ya. Anda, no seas tímida.

Patty sonrió y luego, se dispuso hablar:

—¿Ya pasó algo entre Terry y tú? —cuestionó la chica—. Es decir, él y tú... ¿Han dormido juntos? —Candy se sonrojó de inmediato y Patty se apuró a decir—. Por favor, no pienses que soy una chismosa. Lo que te pregunto no es por ser metiche, en realidad, solo quisiera saber si tú puedes ayudarme. Candy, necesito algunos consejos.

—Sí, Terry y yo ya estuvimos juntos. Consumamos nuestra relación hace tres días, en Long Island —reveló Candy.

—¿Y cómo fue? ¿Puedes platicarme? —cuestionó Patty con curiosidad.

—Fue algo hermoso... fue lo que yo siempre esperé  —Candy sintió que sus mejillas se llenaban de rubor, sin embargo, no renunció a seguir declarando—. No sé exactamente cómo describirlo, pero, tienes que saber que ha sido el momento más feliz de mi vida.

—¡Oh Candy! —La castaña suspiró profundamente y luego dijo—. Me alegro mucho por ti. De hecho, me alegro por ambos, porque sé que Terry te ama demasiado y estoy segura de que para él, ese momento también fue muy especial.