One Shots Marvel

Bucky Barnes

BUCKY BARNES × LECTORA
# DE PALABRAS: 8,505
COMENTARIO: Esta parte tiene escenas de TWS. Y este quizá sea un OS muuuuy largo, y no me refiero a palabras sino a partes. Esta era una idea para una novela nueva pero creí que sería mejor ponerlo en un OS, aunque no estoy segura de eso. Aquí es muy largo y allá muy corto.
ADVERTENCIA: Ninguna.
PARTES: 1/4

Dic 26, 2007

Caminabas por los pasillos de una de las instalaciones de HYDRA, eras miembro de la organización y gracias a que accediste a que ellos experimentaran contigo solo para mejorar la calidad de tu mutación habías ascendido en aquel lugar, se podría decir que confiaban en ti y eso era una suerte ya que en realidad eras una infiltrada de SHIELD. El director Fury te había enviado a que te infiltraras un par de años atrás. Eras joven, demasiado joven pero dado que tu mutación te daba ventaja lograste convencer a Fury de que te enviara a la misión. 

Tenías muy buenas habilidades de lucha y gran agilidad y destreza con las armas, HYDRA te ayudó a mejorar en ese aspecto pero eso no era lo que les interesaba, sino era tu habilidad de manipular el fuego. Era una mutación que solo tú y Fury conocían. Ni siquiera tu hermana María Hill sabía de ella ni mucho menos tus padres y tu hermano pequeño.

Habías arriesgado todo por venir aquí para obtener la mayor información posible, tu hermana se había opuesto en tu decisión pero ya eras mayor de edad, ya podías hacer tus propias reglas. 

HYDRA había inyectado una especie de suero que lograba alterar tu mutación y además de lanzar bolas de fuego por tus manos, éstas podían tomar una tonalidad púrpura y volverse una especie de fuego ácido. El que tú misma hubieras accedido a someterte al experimento había logrado que los funcionarios y el director de la organización te tuvieran confianza, y lo único que hacías era dejar que ellos evaluaran tu desarrollo con el suero y que te enviaran a una que otra misión para eliminar cabos sueltos, cabos que SHIELD tomaba bajo su protección.

Hoy era uno de esos días en los que te habían asignado una misión ellos habían decidido enviarte con alguien más. Es por eso que te encontrabas en una habitación que albergaba una cápsula que contenía a un hombre completamente congelado. Muchos te habían dicho que era el Soldado del Invierno y no les habías creído hasta el día de hoy. El sujeto lucía un semblante frío y carente de emoción alguna, sus ojos estaban cerrados y su boca había sido cubierta por una especia de bozal. Al cabo de una hora el sujeto era sacado de su "cajita de cristal", como decidiste decirle, y el equipo médico había iniciado su protocolo para despertarlo completamente. De pronto sus ojos se abrieron revelando un par de ojos completamente azules.

Al estar despierto le quitaron todos aquellos cables y el bozal revelando así su identidad a ti. Tú los observabas desde la puerta de la habitación con el rostro sin expresión alguna, aunque al ver de quién se trataba te viste en problemas ya que lo conocías. No eras idiota, habías ido a la escuela como todo el mundo y sabías que el Soldado del Invierno era en realidad el sargento James Buchanan Barnes.