BUCKY BARNES × LECTORA #DE PALABRAS: 18,135 COMENTARIO: No preguntes solo gozalo ADVERTENCIA:Hay algo de smut, pero nada de qué preocuparse e.e PARTES:4/4
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¿Han tenido alguna vez el deseo de no despertar jamás? ¿Nunca han sentido ese deseo de que los buenos momentos nunca terminen? ¿Alguna vez han deseado que por un instante el tiempo fuese generoso y pasase más lento?
Amanda se había despertado esa mañana con ese deseo latente en su pecho. Acostada en aquella cama tan reconfortante, abrazada al cuerpo desnudo del hombre que amaba mientras él permanecía completamente dormido en sus brazos. La noche anterior se habían demostrado cuanto se amaban el uno al otro una última vez antes de que congelaran a Bucky en aquella cápsula quién sabe por cuanto tiempo. Amy solo deseaba que aquella mañana el tiempo corriera con mayor lentitud y que el sol jamás se asomase en la ventana de cristal de su habitación, al menos así podría contemplar a Bucky por mucho tiempo más y aquel dolor en su pecho desaparecería. Sin embargo el tiempo no estaba muy de acuerdo con su corazón, las horas pasaban veloces y la luz del sol que bañaba las paredes de la habitación era la prueba de ello. Quizá solo le quedaban unas pocas horas antes de que alguien tocara la puerta y les diera el aviso de que todo estaba listo para poner a dormir a Bucky.
Extrañaría esos ojos azules que la miraron con tanto amor durante esos meses en Rumania. Extrañaría esas manos cálidas que solían abrazarla por la noche y que justo en ese momento, aunque solo fuese un brazo, le rodeaba la cintura. Extrañaría sacar fotografías de los momentos más dulces y más divertidos tan solo para guardarlos en esa pequeña caja que guardaba entre sus cosas.
Los brazos de Amanda se aferraron al torso de Bucky mientras las lágrimas escapaban de sus ojos. Era difícil dejarlo ir pero no podía prohibirle tomar decisiones.
Aquello que Bucky estaba a solo unas horas de hacer era su decisión, algo que no se le había permitido hacer desde que fue capturado por HYDRA luego de caer del tren. Le arrebataron sus recuerdos, su autonomía, su poder de decidir sobre sí mismo y borraron su identidad de sus recuerdos por décadas. Era necesario ponerle un alto y dejar que los expertos se encargaran de arreglar lo que estaba dañado en su cabeza, así quizá ambos podrían tener una vida tranquila luego de que él despertase de su sueño.
Y fue entonces que Amanda cayó en cuenta...
La paz que anhelaban, tanto Bucky como ella, no la conseguirían. Al menos no hasta que todos los enemigos de ambos fuesen eliminados. El libro del Soldado del Invierno aún seguía en manos de los federales, algo que era mejor destruir dado que podría estar en las manos erróneas. Eso sin mencionar que la red de asesinos de HYDRA, o al menos los pocos que quedaban e intentaban rearmar la organización, seguían buscándola por la lista de personas que había salvado en el pasado. Cabos sueltos que según HYDRA debían ser atados.
