Esperanza //*Daryl Dixon* [COMPLETA]

Capítulo 46

No se cuanto tiempo llevo en este lugar, los días y las noches pasan sin más. He intentado entablar una relación con las otras esposas de Negan, esas que ya tienen algo de confianza con el y descubrí que solo es Frankie la que "disfruta" de esto. Amber esta obligada por él a satisfacerlo por cuidar a su abuela enferma, Sherry está allí por haber escapado y como castigo para Dwith y ella, la obliga a estar allí. Tanya por otro lado había decidido estar allí por ella misma, nadie la estaba obligando, pero eso no quitaba que le guste como a Frankie.

Me senté junto a Amber que lloraba sin para hasta que la puerta se abrió con violencia, Tanya entró con su rostro enojado y camino hacia la rubia.

—¿En qué estabas pensando?— grito fuera de si.

La rubia miro asustada y soltó un sollozo.

—Lo siento, no pensé que se enterarian.— susurró por lo bajo.

La morena camino de un lado al otro de la habitación con su respiración agitada y una mezcla de enojo y comprensión en su rostro.
La puerta volvió abrirse y está vez un sonriente Dwith se presentó frente a nosotras y nos ordenó que lo sigamos. Como si fuera automático se formaron en una fila y comenzaron a caminar detrás de él, fruncí mi ceño y me coloqué al final de la fila, caminamos por pasillos hasta llegar a uno flotante, lo que parece ser la fábrica en si.
Todos los hombres de Negan estaban reunidos alrededor de una especie de chimenea hirviendo y con rapidez nos colocaron al frente de estos, unos minutos después se presentó aquel demonio de sonrisa burlona en el pasillo flotante, todos aquellos hombres como si fueran lacayos se arrodillaron en cuanto lo vieron.
Negan bajo uno a uno los escalones con sobrante chulería y camino hasta donde nos encontramos nosotras una junto a la otra, nos recorre con la mirada y se para frente a Amber quien tiembla como una hoja movida por el viento.

—La mayoría no sabe por qué estamos aquí ¿Verdad?— Dice moviendo su bate de un lado al otro mientras sonríe de lado. —Todos saben muy bien que no me gusta que me engañen y mucho menos mis esposas. ¿No es cierto?— la mira con el ceño fruncido.

—Lo siento mucho.— murmura por lo bajo Amber.

—-¡Oh, lo sientes mucho!— exclamó con gracia.

De entre el tumulto de gente apareció Simon arrastrando a un muchacho de no más de 25 años quien se retorcia intentando soltarse de su agarre, lo empujaron de rodillas frente a Negan y sin dejar de sonreír se acercó hasta el.

—Maldita rata asquerosa, me has desafiado y todos sabemos que eso no me gusta. Ahora tendrás que pagar, como nuestro amigo Dwithy, el si aprendió la lección ¿Verdad?— lo miró girando un poco su cuerpo y este sólo asintió.
Camino hacia la chimenea y colocándose unos guantes tomó con sumó cuidado una plancha hirviendo al rojo vivo.

—Ahora quédate quietecito.— dijo con falsa inocencia y tomandolo con fuerza del cabello apoyo la plancha en el rostro del joven.
Soltó un alarido de dolor que me dejo perpleja, el muchacho cayó al suelo entre gritos y sollozos mientras Amber lloraba y se cubría el rostro para no ver aquella espeluznante escena. Negan camino hacia ella y tiró de sus manos obligándole a ver.

—Está es una lección para ti, no puedes cubrirse el rostro. ¡Mira lo que haz causado!— grito sobresaltandome.

La muchacha lloraba mientras Negan la arrastraba hacia el joven para obligarla a ver lo que  había hecho. Me quedé atónita en mi lugar, la crueldad de este hombre no tiene límites.
Ordenó a dos de sus hombres que se lo lleven a la enfermería y a Dwith que nos devuelva a la habitación,  en cuanto llegue allí abrace a Amber con fuerza mientras está lloraba, Tanya le extendió un vaso de whisky y está lo tomó sin más.