ODISEA ÁNIMA

Acto 7: Resolviendo el enigma -Escena 04-

En un pequeño grupo se hablaba en turnos.

Un hombre de un cabello alterado, un poco gordo y bajo comenzó a enunciar:

—Estos seres... están en un lugar muy cercas, solo miren las estrellas. El espacio es gigantesco, no hay nada más grande que ello. Ignoramos a esta civilización, y nosotros que pensábamos que bastaba con conocer los sistemas planetarios cercanos... Pero que absurdo. Esto es una gran noticia, un enorme descubrimiento—terminó agregando con una voz suave— ¿Cómo serán? ¿Nos recibirían amablemente?

Otro hombre de cuello largo, con una densa y sucia barba habló:

—Ja! Vamos Tino, sabes que eso seria absurdo. ¿No conocemos las suficientes razas? Los Dakota, los Mairti, los Ryzul, los Demio—suspiró, cruzó sus brazos y se recargó en un automóvil—. Conocemos demasiados ya. ¿Qué sería lo nuevo de ellos, lo jamas visto? Ya conocemos los Kailu, son muy similares a estos y a nosotros. La verdad no se que es lo que encuentran fascinación en una notica... tan... Bueno, no es la gran cosa—se encorvó un poco y prestó atención al hombre de a lado, parecía darle la razón con su mirada. Guiñó su ojo y dirijió una dura mirada a Tino.

El hombre que le amparaba, respondió:

—Por supuesto, un total desperdicio. Vaya, me animaria a decir que hemos despilfarrado nuestro tiempo aquí. Pero eso no es lo más importante, si no que es lo que hara Joss después, ese viejo hará alguna locura. Confio en él; es un hombre bondadoso. Por eso digo que debería pensarlo dos veces, no vaya ser que tome una decisión drástica—bajó su triangulado y terciopelado sombrero, dejando ver una cabeza brillante—. Si fuera él, una sencilla comunicación, un mensaje de recepción, amistad, bastaría, no más.

Un sujeto no paraba de sonreir, sus ojos estaban tan brillantes, no le daba importancia a ningún comentario, parecía que tenía una idea que ya había aceptado hace tiempo y que ninguna respuesta haría cambiar su opinión. Al fin abrió su boca, pensó un momento mientras mordía su labio inferior.

—Claro, un mensaje, un mensaje de soledad, nada más que eso. Confirmarían ese vacío sentimiento. Realmente un mensaje, ¿darias a un hermano que siempre ha estado solo, su vida ha sido fugaz, esperando una respuesta mas de cuarenta mil años, y al fin solo un mensaje? Pensé que nos habíamos convertido en un nuevo Martyr. ¿Qué paso cuando nos invadieron? En alguna parte de nuestro ser se alegró, habíamos confirmado que no estábamos solos. Fue una felicidad que se ocultaba en cada uno de nosotros—apuntó a los demás miembros, denotó en el cuello largo del hombre—. Luego, establecimos contacto con los demás sistemas solares, los conocimos, ni ellos ni nosotros nos volvimos a sentir abandonados por el constructor Yuve. Sin embargo, ahora que estamos en una situación donde ya sentimos una unión con las demás civilizaciones, ustedes comienzan a pensar que nadie más nos necesita, no se avergüenzan que no conocemos toda la galaxia en su totalidad—frunció el ceño, y nunca quitó la sonrisa en su boca. Tomó su abrigo y se despidió.

Al irse el hombre batido por la actitud de los presentes; estos mantenían firmes sus opiniones, lo dejaron ir. Asi era mejor, era un hombre con ideas como la de Joss, ya no necesitaban a dos de ellos. El hombre de cuello largo se acomodó su barba, extendió el collar en su cuello, lo miró y lanzó una pregunta hacia los demás:

— ¿Cómo fue que esta maquina... La Voyager haya llegado tan lejos, sin que los demás planetas tomaran la iniciativa de mandar un mensaje tan siquiera? Es algo extraño. Parece que Ban no lo pensó, ¿habra visto que solo en los mensajes que mandaron en esa máquina, curiosamente todo haya sido en buenas intenciones? Lo digo porque en opiniones hay distintas, díganselo a Ban. Asi puede existir una probabilidad tan alta que el humano sea una raza hostil. Y se los dice un Geometrico, las probailidades es en lo mejor que soy.

Había comenzado un grupo un debate; después más de diferentes gremios sociales empezaron los propios. Se estaba convirtiendo en un barullo.

Joss puso frente suya, una máquina voladora, después una proyección en lo más alto del centro de investigación relucía su rostro.

—Ciudadanos, familia mia. Comprendo sus distintos puntos de vista; antes que tomen alguna acción o crítica, me gustaria hablar sobre algo: La comunicación va más allá de lo que nosotros conocemos, un sistema que ha envuelto a Martyr en una sociedad, una familia. Los humanos sufren una vida efímera, de soledad cósmica; su consuelo: Una máquina que contacte con alguien. ¿Seran hostiles? Que raza no, nosotros empezamos asi, buscando algo que estaba mas oculto, no en Martyr, si no en nosotros. Una veloz respuesta del firmamento, de aquella invasión, cambio la razón, el propósito de nuestras vidas. Buscamos la unión, un sentimiento que fugazmente abrazaba nuestros ciegos ojos. Esperamos lo suficiente, ya no estamos solos, nos tenemos y muchas civilizaciones mas nos tienen, ¿acaso deseamos volver a estar ciegos, ignorar una llamada de amistad, de unión? No les pido que acepten. Les pido que comprendan. Estaremos aqui para ellos...

Una multitud había afirmado con la mirada, una aceptación que comprendía a Joss, había alegría mientras algunos grupos mantenían una dura y fría mirada hacia Joss, estaban en un total desacuerdo, comentaban que era una terrible decisión. Uno de ellos levantó su brazo.

—Perdoneme líder Joss, la cuestión es... Seré claro. No es más adecuado enfocarnos en seguir manteniendo una relación con nuestros sistemas planetarios más cercanos. De la unión. Seguir alimentando esa amistad.

Un hombre murmuró al oído del sujeto:

—Y eliminar de una vez por todas los gremios marginados por un pasado horroroso.

En voz alta dijo:

— ¡Y eliminar de una vez por todas los gremios marginados. De un oscuro pasado!

Joss miró con unos ojos temblorosos a los niños que pintaban una ancha sonrisa, tomó al más pequeño y lo alzó en sus brazos.

—Que mejor que eso amigo. Los embajadores se han encargado de mantener una sólida amistad con nuestros amigos más cercanos. He estado una vida luchando con esa marginación que ha sido un veneno en nuestra sociedad. Hasta hace poco crei haberlo resuelto y seguiré luchando por eso hasta el fin de mis días—miró directamente al infante, hizo una mueca gracioso y sonrió—. No deberían preocuparse por ustedes, si no por estos pequeños. Necesitan creer que el mundo ha cambiado para mejor; para que lo cambien desde los cimientos. Necesitan creer que absolutamente nada es imposible, ellos llevaran nuestro propósito más alla; ellos serán los dueños del nuevo Martyr. Sin embargo si nos enfocamos en mantenernos en una idea sin puertas ni ventanas, eventualemente no habrá algún Martyr que valga la pena—bajó al niño y luego se lo entregó a su madre—. Permitanme hacer lo que creo correcto para un futuro donde Martyr tenga mas amistades y de quienes podamos aprender.

Aquellos grupos aceptaron algunos con más facilidad otros a regañadientes. Sabían que Joss era un hombre difícil de negarle algo; aún sea en un principio una negativa.