Acto 13: Voraz cumplimiento y sensible catarsis -Escena 12-

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Había un ensordecedor silencio. Era problemático para Lautaro. Su objetivo de una efectiva relación estaba yendo en descenso.

—Muy bien. De nuevo Besnik, te agradecmos por la hospitalidad al recibirnos en tu hogar y el de permitir a nuestra cientifica estudiar aquel diario—miró a Besnik quien comenzaba a tomar asiento.

—<< No, no hay absolutamente nada que agradecer. Es un placer, ¿verdad madre? >> —preguntó con una risible mirada hacia Lucia.

—<<Por supuesto Besnik>>

—Siendo reciproco ante sus actos—enderezó su espalda en aquel extranisimo asiento—. Nos gustaría responder cualquier inquetud que dispongan.

Besnik con ansias de dejarse llevar por las palabras de los visitantes, inquirió:

—<< En este caso, en la misión que se han encomendado a buscarnos... ¿Son exploradores de oficio? >>

—En realidad no. En mi caso sustituyo a un embajador oficial—volteó su cabeza hacia su lado derecho. Observó a Bashkim y a Tavin—<<. Y el de mayor porte para un explorador; podría ser Bashkim, nuestro piloto. Tavin es mi auxiliar >>—dijo Lautaro esperanzado en que Besnik se hallará complacido con la respuesta.

—<< Acaso, dentro de Martyr. ¿Existe una clase de oficio en particular? >>—preguntó intrigado.

—Un oficio promueve la idea de ganar algo a cambio. Quiero decir, a un ámbito material. Una vez que Martyr dejo el trabajo forzado a nuestras automatizadas maquinas; desapareció de forma paulatina la inmersión laboral de los Martyrianos. Nosotros ejercemos ciertas tareas, para cubrir campos que deseamos. Sin embargo, tomamos lo que anhelamos, para ayudar a Martyr en ello. Convertimos nuestros deseos en nuestra forma de vida. Aunque solo usamos la transacción en un sistema, únicamente para proporcionarnos objetos por parte del comercio exterior—echó una ojeada a su entorno—. En mi caso, elegí actuar. Añoraba con hacerlo—dirigió su vista hacia el piloto.

—Decidí viajar más allá de Martyr, por el mero deseo de visitar otros mundos de los cuales hablaban demasiado—mencionó Bashkim.

—Yo todavía no puedo decir que soy alguien en específico. Pero me agrada mucho el estudio de la vida—terminó Tavin con algo de timidez en sus palabras.

Besnik había puesto los dedos de su mano debajo de su barbilla, moviéndolos mientras digería las palabras de los invitados.

—En la Tierra, ¿tienden a formar parte de algún oficio en específico?—preguntó Lautaro.

—Lamentablemente si. Pero no en su totalidad—dijo con amargura—. En mi caso desempeño como historiador en el centro del palacio que visitamos hace poco. Actividades que aún una máquina no puede hacer.

Tavin simuló encontrar hilirante a la expresión de Besnik. Lo mostró sutilmente; invisible ante las miradas de los humanos.

— ¿Y que es aquello que reciben a cambio?

—<< Una licencia que activa una gran cantidad de servicios, contados en unidades. Al utilizarla se activa, pudiendo usar una cantidad exagerada de veces y para evitar el desgaste total de la licencia se debe cubrir un plazo de un corto tiempo de trabajo según las actividades que consideremos mas aptas >>—mandó sus pequeños ojos hacia arriba, reflexionando—<<. No es tan malo. Consideraria que es un gran avance. Quizás en algún momento llegemos a parecernos a ustedes >>—dijo con una alrgada sonrisa.

Lautaro había encontrado interesante lo dicho; una vital forma de entender al ser humano. Comenzaba a encontrar una tranquilad interior. No era Aleabid, ni Syfo. Tal vez no eran los humanos que esperaban en un principio, pero los actuales mostraban signos de una clara superioridad a lo se había enviado en la Voyager.

—No hay por que apresurar las cosas. Bien, podrían superarnos en poco tiempo—dijo Lautaro con un tono genuinamente halagador.

Besnik y Lucia sonrieron.

—<< Es indudable que tomaremos caminos distintos, a los que pudimos seguir antes de su llegada. Este acontecimiento en definitivo nos ayudará> >—Besnik pensó en sus palabras, meneó de forma leve su cabeza—<<. Tal vez el problema mayor sea la natalidad de nuestra población; es algo incierto si en algún punto llegemos a alcanzarlos >>—dijo preocupado.

Bashkim con intención de calmar estos turbios pensamientos del humano, discurrió un momento.

—En un principio puede ser un gran problema. Pero Martyr se ha enfrentado a algo similar. Sin embargo, la reproducción forma parte de nuestra supervivencia; es una imposibilidad natural el evadirla.

—<< Y para llegar a eso, ¿contraen una relación con su genero opuesto? >>—lanzo Besnik.

—Solemos ser polígamos. Como dije: por supervivencia—replicó Bashkim con un aire de sabiduría.

Lucia introdujo una nueva cuestión que le había surgido durante la conversación. Pareció haber leído la mente de Besnik.

—<< Y... >>— se abatato—<< El joven de tu lado. ¿Es tu hijo? >>

Bashkim quiso echarse una carcajada. Empero la omitió.

—Mio, por supuesto que no. Es del susituto del embajador.

ODISEA ÁNIMAWhere stories live. Discover now