Capitulo 54. Tu Peor Pesadilla

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Semana número veinticuatro de gestación.

Compartíamos una velada tranquila con mi amada esposa y sus padres. Los cuatro nos llevábamos genial.

felices los cuatro. Como dice la canción.

Bueno... Eso suena raro, lo se.

En fin. El pollo estaba magnífico. Me encantaba el sabor que tenía. Quien sabe porque. Es decir... Es un misterio.

Cuando deje a Lucy aquí en casa, solo había un pollo, papas y algunas cebollas. Al volver, había un exquisito manjar en el horno con aroma y aspecto delicioso.

Sigo creyendo que las mujeres tienen un pacto con el diablo para que todas las comidas les salgan deliciosas.

—¡Ya te lo dije! —Grito Ethan con una pata de pollo en su mano. Conteniendo las risas. —¡La película de cincuenta sombras no es porno!

—A mi me huele a porno. Lo siento. —Murmuró Lucy. Megan se mantenía con una suave sonrisa en el rostro. Quien sabe porque.

—¡Terca! ¿Tú que opinas Zeed? Me gustaría discutir esto de hombre a hombre.

—De verdad no la eh visto... Lo siento... —Le sonreí levemente. Este abrió sus ojos de par en par, algo curioso.

—¿No la has visto? ¿En qué clase de mundo vives chico? ¿Qué películas vez? A caso algo como... ¿Dumbo? ¿Tinker Bell? ¿La Cenicienta? —Pregunto entre algunas risas.

—Ethan detente... el prefiere las películas que no sean sólo de sexo. —Lo crítico Megan.

—¡Tonterías! Chico, tienes que hacerte hombre. —Continuó comiendo. Estoy completamente seguro de que tiene bastante alcohol en su sistema como para dejar de hablar de tonterías.

La gente alcoholizada, siempre habla tonterías.

—Estoy bien con mis películas de princesas y mi hombría por los suelos, gracias... —Murmure. —Lucy río.

—Bueno, yo tengo dos niños dentro de mi, y fueron creados por el. De algo sirven sus películas de princesas. —De acuerdo, ese comentario me había dejado el rostro rojo de la vergüenza.

—Yo hice cinco. —Sonrió Ethan, observando a Megan. Ella negó con la cabeza, no iba a responder.

Me gustaba compartir algunas noches con ellos. Era divertido y teníamos mil temas de conversación.

Mi recuperación, era excepcional. Estaban seguros de que me quedarían secuelas, pero no fue así. Estoy negri que nunca. 

Mantengo en mi mente la imagen de Andrew, sonriendo mientras mi auto se dirigía a ese poste. Según el mecánico, luego de   observarme como el chico menos afortunado del mundo, el auto había sido corrompido con una computadora y por eso comenzó a conducirse sin ayuda.

La postura que tenía, y la bolsa de aire, habían amortiguado el golpe. Causando sólo heridas menores y una contusión leve en la cabeza. Estuve internado y todo se curó por si solo.

Lucy se mantuvo conmigo en todo momento. No puedo quejarme, realmente me ayudó muchísimo.

Oí la puerta tocar, era extraño. Eran más de las doce de la noche.  Me levanté y camine hacia ella. Tome la perrilla, pero antes de girarla, un golpe estruendoso la abrió por si mismo. Di unos pasos hacia atrás, chocando con la pared.

Observé esos horribles ojos una vez más. No lo creí en un principio. Como si todo fuese parte de un horrible sueño. Pero era real, el estaba allí, frente a mi.

—¿Qué quieres aquí? —Observé en su mano. Tenía un arma.

—Hola Zeed... ¿Me extrañaste? —Pregunto con una cínica sonrisa. —Diablos... eres muy difícil de eliminar amigo. ¿Cuándo tendré el honor de matarte de una puta vez? —Soltó una carcajada.

Oí los pasos de Lucy, observé pie el pasillo al igual que el. Levantó su arma apuntando.

—¡Alto! Deja... dejala... —Murmure caminando lentsnente, Lucy se colocó detrás de su padre, quien la mantenía segura.

El movió el arma hacia mi. Rogue una y otra vez que no se le escapé un disparo.

—Sólo quiero que te vallas Zeed. Estas arruinando todo en mi vida... —Sonrió.

—Escucha Andrew... podemos hablar si quieres...

—¿Hsblar? Tienes la familia perfecta. Dos hijos en camino, y sobrevives a cada atentado contra tu vida. ¿Cuándo vas a dejar de ser hipócrita conmigo? —Mantenía el arma, firme, con una mano sobre el gatillo.

—Escucha... —Mis manos estaban temblando, aunque quería lucir calmado. —Sólo estas tomando decisiones erradas... sólo eso... nosotros podemos ayudarte... —Trate de disipar su enojo.

—Muy tarde Zeed. Voy a matarte. —Y en cuestión de segundos, cerré los ojos, dispuesto a recibir el disparo. Oí el sonido hueco del proyectil saliendo, pero nunca sentí el impacto. En lugar de eso, escuché un grito sordo, abrí mis ojos y encontré a Ethan debajo de mi con una mano sobre su abdomen.

Andrew y yo nos observamos. Este iba a disparar de nuevo, claramente no esperaba que el recibiera  disparo por mi.

«Chico, tienes que hacerte hombre.» la voz de Ethan, llegó a mis oídos.

Levanté mi mano tomando su arma. Recordé algunos movimientos de karate. Cuándo era niño, había aprendido algunas técnicas.

Golpee su cotilla, haciendo que soltara el arma. La tome entre mis manos, firme. Apuntando a su rostro.

Este quedó en el suelo.

El silencio invadió mi mente, y mi casa. Los ojos de Andrew estaban clavados en mi.

—Trataste de matarme aquel día en la carretera... —Susurre.

—Corte tus frenos. Pero no funcionó.

—El choque también lo hacías provocado...

—Pero no moriste. —Sonrió.

Se levantó levemente. Aún con una sonrisa cínica en el rostro.

—Mi familia murió Zeed. Lucy me dejó. Luz también. No puedo matarte... —Sonrió. —Pero no tienes los huevos para matarme.

Tenía ira, dentro de mi. Mis demonios me decían que apreté el gatillo de una vez. Era la primera vez que empuñaba un arma y estaba dispuesto a usarla.

—Siempre fuiste un cobarde. Hasta cuando tu padre murió... —Sonrió. —Te ponías a llorar como un maricon.

—¡No hables de mi padre! —Grité. Este tomo mi mano. Comencé un forcejeo. Si no le disparaba, probablemente el lo haría contra mi, o contra mi mujer.

Lo empuje una vez y apreté el gatillo. Sus manos, dejaron de hacer fuerza. Observé a mi alrededor, tratando de encontrar el disparo. Lucy estaba intacta, bajo los brazos de su mamá. Mi cuerpo no dolía. Observé a Andrew.

Un disparo, justo en su corazón.

Tenía los ojos abiertos cuando callo al suelo. Lo observé unos segundos. Deje el arma en el suelo y tome a Ethan, para llevarlo al hospital. No parecía muy grave.

Oímos las sirenas de la policía. Teníamos la calle rodeada.

Luego era como que observaba todo de arriba, como Ethan iba en la ambulancia, como tapaban el cuerpo de Andrew, como Lucy me abrazaba. Era como si nada de eso me hubiese pasado a mi.

Un sueño.

Un maldito sueño.










Gracias por leer !

Heladito 😘

Mi Chica Ideal ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora