Parte 6

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—Eres bastante terco y aún te gustan las hamburguesas de pescado.De cierta manera, me hace feliz.

Me tomó un momento en responderle, sus palabras habían sido inesperadas y me habían dejado sin palabras. —Me sorprende que recuerdes eso.

Era verdad, siempre me habían gustado las hamburguesas de pescado y siempre las ordenaba en los restaurantes de comida rápida. Sin embargo, jamás imaginé que Minhyuk lo recordaría.

—Siempre ordenas lo mismo, Kihyun. Eso hace que sea difícil de olvidar, siempre bebes Coca-cola y pides aderezo de mostaza para tus medallones de pollo, ¿cierto? —Dijo con alegría después de tragarse unas cuantas papas fritas.

Cuando lo decía de esa forma, me confundía más. Me hacía parecer una persona muy simple.

—¿Acaso tienes un problema con eso? —Lo miré con hostilidad y mordí enfurecido mi hamburguesa de pescado.

—Entonces, ¿Qué quieres hacer hoy? Si no tienes nada en mente,¿Quizás podríamos ir a donde quiera?

—Como sea, ¿a dónde quieres ir?

—Solo digamos que lo sabrás cuando lleguemos. Hay algo que deseo mostrarte. —Minhyuk sonrió pícaramente.

Sus palabras enigmáticas me dieron curiosidad, pero sin importar cuanto le pregunté, no me dio ni una pista. Sentí mucha incertidumbre, pero al final, guardé silencio con resignación.

—Bien, vamos entonces. Primero debemos regresar a la estación. —Dijo Minhyuk.

Después de terminar de comer el almuerzo, Minhyuk  me guió a la estación. Seguí sus instrucciones, compré un boleto y abordamos el tren.

Después de ver el paisaje por la ventana unos treinta minutos sin intercambiar palabras, nos bajamos y me llevó a un autobús frente a la estación.

Desconocía esta área y no tenía idea a donde me llevaba. Minhyuk aún se rehusaba a decirme, cuando lo miraba simplemente sonreía y parecía estarse divirtiendo.

—Kihyun, ¿te sientes bien? Sé que ir en auto te marea con facilidad.

—No me hables como si fueras mi madre, me asqueas. —Le dije molesto, diablos, ¿cuántas cosas recordaba de mí este sujeto? Estaría mintiendo si dijera que no me agradaba, pero me hacía sentir un tanto tímido y ansioso.

Me pregunto que será este sentimiento, es un tipo de nostalgia... oh, lo entiendo. Es que no hemos hecho algo así desde que estábamos en primaria.

—Oye, recuerdas que en el cuarto grado nos sentábamos juntos, ¿no?—Minhyuk dijo, como si hubiera leído mi mente.

—Sí, —respondí después de una pausa—. Eso fue cuando eras encantador.

Minhyuk rió un poco. —Era un chico tímido, pero siempre cuidaste de mí, Kihyun. —Entrecerró los ojos como si estuviera viendo a la distancia, no quedaba rastro del chico pequeño y tímido de antes, el clásico débil sobreprotegido que me llamaba "KiKi".

Habló en voz baja y miró hacia el frente. —Me alegra que hayamos salido hoy, Kihyun. Siempre quise hablarte como cuando éramos pequeños. —Dijo con tono melancólico. Lo volví a ver confundido. Abrí la boca para decir algo hostil, pero las palabras no salieron. Mientras buscaba algo que decir, escuché un anuncio en el altoparlante del autobús y este se detuvo.

—Kihyun, es hora de bajarnos. 

—¿Eh? Oh, de acuerdo.

Cuando Minhyuk  me tocó el hombro, me paré a su lado. Al bajarnos del vehículo junto con los otros pasajeros, estábamos parados frente a una enorme plaza. Del otro lado pude ver una puerta con decoraciones fantásticas.

Green Light- KiHyukWhere stories live. Discover now