Capitulo 3: Un beso inesperado.

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Ya las fiestas estaban por finalizar. La navidad en el reino de Alveria se caracterizo este año por una aura amigable en todas las calles, todos se hacían mucho mas bondadosos durante aquel par de días; todos juntos festejaban, comían y el ambiente era totalmente armonioso, imposible que un niño llorara en aquella festividad. Aunque hubo una pequeña excepción en la noche del 24 de diciembre. En plena fiesta un criminal tan poderoso como misterioso tuvo presencia en el salón principal del palacio, robo el collar de la princesa y se fue tan misteriosamente como llego. Ciertamente fue una experiencia que arruino la noche por completo. Varios se llevaron unos cuantos moretones incluyendo a nuestro protagonista que intento detenerlo múltiples veces fracasando rotundamente en cada una de ellas.

Actualmente era 31 de diciembre a las 8 de la noche. El rey de Alveria se encontraba bastante enfurecido por lo sucedido la noche del 24 de diciembre. Gracias a que gallade le relato que el ladrón había interactuado con la otra ladrona que días antes trato de cometer el mismo crimen, el rey se encontraba ya en los calabozos del palacio acompañado de los guardias scizor justo enfrente de la celda de weavile que fue capturada la misma noche horas antes del robo.

- Bueno... ¡Habla! ¡¿Quien era ese sujeto y por que quería robar el collar de la princesa?! - Exclamo el rey con molestia hacia la prisionera, esta por su parte no le dio importancia a lo dicho por el mismo.

- Yo no se para que diablos quiere ese collar... No me hablo con ese cretino desde hace años - Respondió de forma cortante sin importarle que estaba tratando con el rey de toda Alveria.

- ¿Y para que lo querías tu? - Pregunto de forma insistente. Weavile puso una expresión de desagrado puesto que de momento quería reposar y le era imposible con tantas preguntas.

- Pues por que tiene un alto precio en el mercado negro... ¿Ya me dejas dormir? - Esta vez weavile fue la que lanzo la interrogante ya cansada de las constantes preguntas del contrario. El rey negó con la cabeza logrando desesperar totalmente a la ladrona.

- Tenemos un plan mejor para ti -

Mientras tanto Gallade, sceptile y litten se encontraban perdiendo el tiempo en el enorme barco en el que habían llegado hace pocos días. Gallade no estaba del todo contento por irse de Alveria puesto que desde que era pequeño soñaba con visitar el lugar. No le quedaba de otra ya que como trabajador tenía que hacer entregas a otros reinos y en un par de horas al finalizar la fiesta de año nuevo estos regresarían al lugar del que vinieron.

Gallade se encontraba acostado en su amaca totalmente estático y aburrido. Observaba el techo fijamente como si estuviera cuestionando algo existencial.

Sceptile por otra parte se encontraba observando el televisor y litten estaba jugando con una pelota de cuero.

- Oye gallade. Anímate, luego de visitar Alveria podremos ir a otros reinos. ¿No te parece fabuloso? - Pregunto sceptile haciendo que su compañero reaccionara. Gallade observo atentamente a su compañero y asintió con la cabeza.

- Tienes razón. Pero es que no se por que siento que algo quiere que me quede. Algo me grita a leguas que aquí hay algo mal... No lo se, tal vez solo sea pura superstición de mi parte - Respondió aún desanimado y se puso de pie para sentarse al lado de litten y acariciar su lomo.

- ¡Gracias por dejarme pasar estas fiestas contigo Gallade!. Mi callejón nunca ha sido muy cómodo - La niña se encontraba totalmente agradecida con gallade por recibirla, al punto en el que ya le había agarrado cariño rápidamente.

Fue entonces cuando el barco de forma repentina se estremeció y ladeó provocando que gallade perdiera el equilibrio. Sceptile detuvo la posible caída de su compañero y ambos corrieron a la cubierta del barco para ver que sucedía.

Gallade y la LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora