Capítulo 8: Numero 5

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-Necesito a alguien para este sábado, puede que estes en el banquillo por si no te encuentras bien, pero necesitamos a alguien más. Si ves que en verdad puedes, por favor, apúntate. No vamos a perder esta temporada.

-Mañana estaré aquí.

Cogió mis manos como si fuese a besarlas.

-Muchas gracias.

Al menos alguien confiaba en mí y apreciaba mi esfuerzo, no como lo que llegaba ahora, dos horas seguidas aguantando las pullitas de esos dos.

La chaqueta de Erick fue realmente buena pero igualmente mala idea. Estaba claro que nadie quería meterse con alguien de un curso mayor, pero eso le hacía mucho daño a Judith. Después de esas dos interminables horas con la misma profesora, salí al campo para ver si estaban ahí. Y sí, estaban practicando. Me dio miedo acercarme, todos los componentes del equipo lo estaban dando todo y daban miedo. Una mano se posó en mi hombro, alce la vista para visualizarle. Era el entrenador.

—¿Estás preparada?

Negué viendo aquellos golpes tan fuertes.

—Tienes una actitud muy pesimista, cámbiate.

Fui a los vestuarios, nunca había entrado y estaban más aseados de lo que pensaba. Además, se oía música. Una mezcla de rock y tranquilidad inundaba todo aquel espacio. ¿Se habrían dejado un teléfono encendido o habría alguien más?
Mi equipaje estaba encima de un banquillo, tenía el número 5 en grande en la espalda y uno más pequeño en el pecho. Me encantaba el color verde, me sentaba genial. Lo cogí, un ruido se oyó por el fondo. Me apoye en la fría taquilla de alguien, ocultándome de aquel ruido.

—¿Qué haces aquí?- preguntó cuando me vio.

Le lance todo lo que llevaba incluido llegue a amenazarle con mi zapatilla del pie izquierdo.
Grité solo para desahogarme.

—¡Me has asustado!- comente con la respiración agitada y viendo como él estaba recogiendo todo lo que había tirado.

Estaba tan nerviosa que no me di cuenta de que iba sin camiseta. Lo que darían algunos por ser piel en esos momentos.

—¿Quieres que te espere o salgo ya?

—Espérame, pero date la vuelta o vete a la otra parte. No quiero ficharte como un mirón pervertido.

Como quieras- dijo yéndose al otro pasillo, donde solo nos separaban unas míseras taquillas metálicas y frías, no olvidemos que están frías.

—¿Puedes decirme que te ha pasado esta semana o es algo secreto que no puedes decir a nadie?

Me cambie, poniéndome por último la camiseta.

—Número cinco.- dijo por detrás.

Me di la vuelta, el también se había terminado de equipar.

Tardas mucho.- dijo observando las zapatillas, estaban los cordones sin atar.

Me cuesta si estás aquí. Ayúdame.

Me senté en el banco, yo ataba una y el hacia lo mismo con la otra.
Deje mis pies en el suelo su lazo estaba mejor que el mío, qué raro. Me levante del banco mirándole.

—¿Voy bien? No sé si se pone así.- agarró el borde de la camiseta bajándola un poco más.

Así. Vámonos ya, no quiero tener que escuchar al entrenador otra vez diciéndome cuantas veces ha llegado el tarde a algún lugar.

Salimos al campo, siendo la atención de todos. Se acercaron para mirarme bien y compararme en cuanto a la altura.

—¿Esta es la persona de la que hablabas la semana pasada? Pero si es un bicho- se rió enfrente de mis narices.

Y t-tú un gigante.- conteste para defenderme.

Probemos que sabe.- me cogí al brazo de Erick.

—¿Van a hacerme algo raro?- susurré.

No creo.- contestó en el mismo tono.

Me separe de él cuando lo vimos a lo lejos. El entrenador se acercó, mirándonos a nosotros dos. No a Erick y a mí, no. Sino a ese gigantón y a mí.

—¡Formaréis dos equipos! ¡Elisabeth y el capi son los líderes!

Las damas primero.- dijo el capitán.

Arrastre a Erick hacia mi, dejando unas muecas para todos.

—No se a quien escoger.- le dije- No he venido ningún día y no conozco a nadie.

Erick eligió a todo el equipo por mi. Comparando con el de Carl, el capitán, nosotros no éramos lo mismo que ellos. Erick no estaba muy conforme con su elección, pero se daba ánimos a si mismo para que algo ocurriese. Nos pusimos todos enfrente de todos, pasándonos los cascos para estar bien protegidos. Después fueron aquellos palos que aún no sabía cómo coger. Carl miró fijamente a Erick, deseando quererlo en su equipo.
Reuní a mi equipo en un círculo no muy redondo, pero fue suficiente. Les mire a todos uno a uno intentado hacer que confiasen en mi, en la pequeña.

Haced lo mejor.- es lo único que salió de mis labios, eso y un suspiro.

Todos fueron a sus puestos, yo fui guiada por Erick hasta el centro pero no enfrente de Carl. Prefería seguir ahí para conservar más partes de mi cuerpo.

—¿Esto será como la primera vez?- comenté en alto.

Muchísimo peor.

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Y hasta aquí el capítulo personitas bellas.
Debería haberlo subido ayer pero se cruzó el año nuevo y eso...¡Feliz 2018!
Espero que tengáis buenos propósitos y que los cumpláis como yo lo hice ya en el 2017 y que espero seguir este año y los que queden.
Además, quiero dedicar este capítulo a una persona que veo que pone mucho entusiasmo en mi historia y que me da más ánimos para seguirla y hacerla mejor de lo que estaba. Y es...Krystell1406 Gracias, aunque solo sea por un simple mensaje 😊

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⏰ Last updated: Aug 08, 2019 ⏰

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Siempre una aventura (REEDITANDO)Where stories live. Discover now