¡Hey tú!

Final

¡Hey tú!

No vengas a mi funeral, no llores, no digas que me querías mucho, no te sigas mintiendo, no me lleves flores, sólo olvidate que una vez hubo una amistad entre nosotros.

Si me abandonaste todo este tiempo no vengas a hacerte el bueno.

Esas fueron las últimas palabras que escribió Camille, al poner el punto final ella dejó de respirar, ya había pasado a un lugar mejor.

Y ahora contaré lo que sucedió después de que Camille muriera.

Al pasar una enfermera por el lugar notó que Camille ya había perdido el pulso.

Llamó al doctor, trataron de reanimarla pero no pudo ser posible, la enfermera tomó la nota que tenía la chica entre sus manos y la entregó a sus padres, ellos la leyerón y supieron inmediatamente de quien se trataba, sus padres llamaron a Thomas para darle la noticia el chico no dudo dos veces en ir a ver a su novia aunque en realidad ya no lo fuera.

Prepararon el cuerpo, el funeral, la misa y todo lo que había que hacer.

Las enfermeras limpiaron aquella habitación y entregaron una caja, y sí ahí estaban todas las notas que había escrito Camille.

Llegó la hora y el velatorio ya iba a comenzar, se llenó un poco y cuando Lucas estaba por entrar lo detuvieron los padres de Camille lo detuvieron, él preguntó el porque no lo dejaban pasar y ellos no respondieron con lágrimas en los ojos le entregaron las cartas y entonces supo que algo andaba mal.

Lucas limpió todo rastro de lágrimas, tomó la caja y caminó hasta el parque más cercano, se sentó en una banca y para su suerte empezó a llover, tuvo que irse a otro lugar pero en el camino se topó con algo que el ni imaginaba.

Era su novia, estaba con otro tipo, se estaban devorando el caminó hasta donde ellos y habló.

No me esperaba esto de tí; Francella.

Me dijiste que estabas enferma y te creí que por eso no podías venir al funeral de mi mejor amiga, pero No en lugar de estar en casa recuperandote vienes aquí a follar. Sabes que... Terminamos, y olvidate de todo, sé que no vas a sufrir al fin y al cabo las perras no tienen sentimientos ¿o sí?.

Lucas sigió con su camino y esta vez estaba más dolido, empezó a leer la primera carta, la segunda y así sucesivamente hasta concluir.

Él no podía soportar nada, había lástimado a su amiga más de lo que pensaba y sólo basto eso para que algo dentro de el se rompiera; su corazón.