Capítulo 1: Los preparativos.

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-¿Por qué estás tan agitado?

-Ella no es lo que pensaba.

-¿A quién te refieres?

-No importa, ya no podré jugar contigo, necesito salir de aquí.

-Pero....

-Emily

-Emily

-Emily

-¡¡¡EMILYYYYYY!!!

Me levanto asustada, estaba recostada sobre un mueble, mi respiración estaba totalmente agitada.

-Sabes que es de muy mala educación despertar a las personas con un grito.-Dije acomodándome en el mueble.

-Y sabes que es muy desagradable y vergonzoso dormirse en pleno centro comercial sin importarte un carajo que yo esté a tu lado y la gente nos quede mirando.-Dice Lauren revisando una revista de chismes de las celebridades.

-Porfavor, dime que mi señora madre ya salió del vestidor.

-No, cariño.

-¡Dios! Llevamos aquí casi tres horas.

-El esposo de tu mamá tendrá mucho que soportar, entiende que tu mamá es una diseñadora súper famosa, es lógico que tiene que buscar el vestido perfecto para su boda además la prensa estará ahí.-Lauren tiene mucha razón, mi mamá es bien reconocida a nivel mundial, gracias a ella logré conocer París.

Me volví a recostar junto a mi mejor amiga. Hemos dado tres vueltas al centro comercial, comimos un helado y a pesar de hacer todas esas actividades mi mamá no salía de los vestidores, entonces aprovechando que no tenía nada más que hacer me había quedado dormida. Aunque no logro recordar que fue lo que soñé.

-Me da mucha tristeza la ruptura de Brad Pitt y Angelina Jolie.-Murmura Lauren quien aun sigue leyendo la revista.

-Por eso yo jamás me enamoraré ni me casaré.-Siempre he tenido ese pensamiento, últimamente al amor se le está cambiando el concepto, hay traiciones, decepciones y tengo temor de experimentar eso. No me siento preparada para amar ni ser amada.

-Lo sé taradúpida, eres como la canción esa que ¿cómo dice? Ah si, la rompecorazones, falsas ilusiones.

-Cállate, si lo dices por esos chicos de la universidad que siempre me mandan regalos y se los devuelvo es porque se lo merecen, sabes perfectamente que son mujeriegos.

-Pero Maximiliano no es así, ha sido nuestro amigo de toda la vida y siempre le has gustado pendeja.

-¡A la Voldemort los chicos!

"A la Voldemort" es un término que siempre Lauren y yo hemos usado desde chiquitas en vez de decir a la mierda. Se convirtió en nuestro código.

-¡Niñas!-Exclamó mamá saliendo del vestidor con un vestido tan perfecto-¿Cómo me veo?

-Con los ojos y frente al espejo mamá, duh.

-Lauren, ya que tú si me estás admirando ¿Cómo me veo?

-Como siempre hermosa, señora Jane.

-¿Están mis pechos bien ajustados?

-Mamá...

-¿Si se resalta mi trasero?

-Mamá...

-¡Oh por Dios! ¿Es esta una lonjita?

-¡¡¡MAMÁ!!!

Mamá sale de su transe paranoico y voltea a verme.

-Estás perfecta mamá, la más bella de Los Angeles.

Decisiones Complicadas. © (PAUSADA)Where stories live. Discover now