Capítulo 13: Una oportunidad, complicada decisión.

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La cabeza me duele mientras mi cuerpo me pesa, abro lentamente los ojos encontrándome con Alexander hablando con un señor bastante elegante, desvío mis ojos hacia mis piernas, están estiradas a lo largo de un mueble, no sé dónde mierda estoy.

Levanto lentamente mi cuerpo logrando sentarme, el señor parece indicarle a Alex de mi postura y él inmediatamente posa su mirada de alivio en mí mientras me sonríe tiernamente.

Se acerca a pasos apresurados y me envuelve en un efusivo abrazo.

-No sabes la cantidad de felicidad que siento al verte despierta.-Susurra en mi oído.

-Alexander, ¿Dónde estoy?-Pregunto separándome de él.

-En la oficina del dueño de este restaurante.

-¿Qué me pasó?-Mi voz es casi un susurro.

-Te desmayaste, dijiste incoherencias previamente y luego caíste en mis brazos.-Acaricia mi mejilla con sus nudillos.

-Siento mucho la vergüenza que te hice pasar.

-¿Vergüenza?, ¿Estás hablando enserio?, me importó toda una mierda la gente que nos veía, yo solo quería que abrieras tus ojos...-Baja su cabeza.-Bueno, creo que ya es hora de llevarte a casa.-Toma mi mano levantándome.

Mis ojos divisaban los edificios, los carros pasar a través de la ventana del asiento del copiloto. Giro mi mirada para ver a Alex, sus ojos están enfocados en la carretera, un brazo está sobre la parte baja del vidrio de la ventana mientras el otro está posicionado en el volante dónde se ven resaltados sus músculos. Su semblante está cabizbajo, en parte me siento culpable, esta cena era muy importante para él y lo arruiné, aunque tampoco puede decidir en qué momento desmayarme, osea no voy y digo ¡Cuerpo, desmáyate ahora! Y ya... son cosas que uno no planea.

Me duele verlo así, él ha cambiado ciertas cosas por mí ¿y yo?, sé que yo le gusto pero él a mí no, bueno, me agrada un poco pero no es algo tan fuerte como para intentar que funcione.

-Si te hiciera una pregunta ¿Te molestaría?-La voz del susodicho me saca de mi ensimismamiento.

-No, dila.-Pongo toda mi atención en él.

-¿Quién era ella?

-¿De quién hablas?- Cuestiono.

-Antes de desmayarte decías esto "Es ella, es ella", pero ¿A quién te referías?

Trato de recordar los momentos previos a mi desmayo pero nada, no recuerdo absolutamente nada y me frustra eso, siempre es lo mismo con mis sueños.

-No lo sé, no puedo recordar.

-Déjalo, no trates de hacerlo, no quiero verte mal otra vez porfavor.-Me suplica con la mirada.

Sonrío y me recuesto en el asiento manteniendo mi vista en el paisaje que pasa en el trascurso del recorrido a casa.

Al llegar a casa me encuentro a Lauren con algunas valijas, esperándome en la sala en compañía con William.

-Holaaaaa.-Digo tirándome en un mueble.

-Sorpresa.-Lauren levanta sus manos.

-¿Te quedarás a dormir?, ¿No era a partir del miércoles?

-¿Soy invisible o qué?-William hace un ligero puchero.

-¿Cómo está el hermanito más bello del mundo?-Me levanto para abrazarlo, luego me siento en la base donde se posicionan las manos.

Aparto mí mirada un rato para ver a Alexander subir las escaleras.

Decisiones Complicadas. © (PAUSADA)Where stories live. Discover now