Cap. 22: "El viaje comienza"

1.1K 122 12
                                    

Pero, ella no podía tener tan mala suerte ¿ o si? Mikasa Miró a su Amiga Annie con ojos alarmados y esta le sonrió cálidamente con una expresión serena.

-No te preocupes - Le dijo a la azabache al ver la expresión de horror que tenía en él rostro – Ya lo averigüé y tu compañero de asiento es Damon Villegas, él guapo y sexy latino que va por segundo semestre de teatro, debes alegrarte, a Levi lo tendras lejos de ti, por lo menos, durante el viaje – Mikasa suspiró cortamente y su pulso se desacelero entonces. La presión que le ocasionaba la sola idea de pensar que Levi podía ser “Su compañero de viaje” había desaparecido por completo. Gracias Vida – se dijo para sus adentros - Por lo menos tenía un tiempo (Prácticamente toda una noche) antes de volver a mirarle la cara al pelinegro presumido y esto era un verdadero alivio ya que Después de todo lo que había ocurrido entre ellos para ella era muy difícil saber cuál era la mejor forma actuar cuando estaba delante de él y por esto precisamente lo había estado evitando todos estos días. Es que ¿Cómo se supone que debías comportarte con un chico que parece estar celoso, que te besa y que luego se va lo mas de feliz con la que al parecer es el amor su vida? No, no hay una forma para saberlo y la verdad ella no quería averiguarlo. El destino a veces podia ser tan cruel ¿Cómo carajos iba a soportar tener la presencia de ese mujeriego tonto en su mismo Bus? – ah Mikasa eres tan suertuda – exclamo Annie con amargura - Damon en verdad esta hecho un churraso, en cambio a mi me toco con él Nerd música. - ella le sonrio a Annie. Su amiga podia ser tan divertida a veces.

- ¿ y annie…. tu sabias que él vendría?¿sabias que Levi estaría aquí? – Annie volteo a verla con los bien abiertos y se quedo en silencio… - Annie si sabía que el vendría y no le dijo nada. Frunció el entrecejo con seriedad y se cruzo de brazos frente a ella.

-Si te hubiese dicho que el estaría aquí, estoy segura de que Nunca, jamás de los jamases, habrías aceptado venir y no podia permitirme el lujo de que me dijeras que “No” Mikasa además No puedes evitarlo toda la vida, te desconozco en verdad. ¿cuando has sido asi?

-Eso lo dices porque no fue a ti a quien beso.

-Créeme que si hubiera sido yo a quien besara, estaría saltando en una sola pierna ¿sabes cuantas chicas desean un beso del gran Levi Rivaille? 

-Pues Yo no soy todas las chicas. - Mikasa volvió su vista hacia el rubio que estaba a unos 10 metros de ella y frunció el ceño. En cierto modo su amiga tenía razón ¿No podía evitarlo por siempre o sí? Lo vio subir al camión número dos y bajar luego y entonces suspiro. 

-Animo, amiga – le dijo Annie notando como la mirada de la pelinegra se movía al ritmo de los movimientos de Levi. Se echó a reír al darse cuenta de la situación por la que estaba pasando su amiga y es que No podía tener dudas sobre ello. Mikasa Ackerman estaba perdidamente interesada en ese pelinegro del que tanto renegaba y ni siquiera habia caído en la cuenta de eso. Increíble. Nunca la había visto así - Levi no es la gran cosa – agregó después en tono divertido - Nos vemos mañana, cuando lleguemos ¿vale?– la chica agarro su morral cargado de todo y se fue al camión numero uno mientras Mikasa precavida, tomo su morral y subió al su camión.

Un guapo y sexy latino era lo que sus ojos esperaban ver en el puesto número siete del bus, Si tenía suerte y el era del todo agradable hablaría con ese chico toda la noche o por lo menos hasta la media y luego caería dormida en un largo y profundo sueño hasta el amanecer. Su noche ya estaba planeada, Pero Damon villeggas no estaba dentro del bus todavía y tanto el asiento 7 como muchos otros más estaban vacios aun. ¿Qué numero le habría tocado a Levi? Ni siquiera entendía porque se lo preguntaba pero esperaba que hubiera sido el 26, así estaría muy, muy lejos de ella. 17 puestos de diferencia. Puso su mochila en el espacio que todos los buses tienen arriba cada asiento y se aseguro de que todo lo que tenia dentro de esta, quedara bien asegurado, sacó una sabana por si hacia frio cuando empezara a hacerse más de noche y luego se sentó del lado de la ventana. Su lado favorito. Prendió su reproductor mp3, el que nunca podría faltarle en un viaje largo y se puso los audífonos en cada oído luego miro por la ventana desconectándose por un momento del mudo exterior. Podía ver a través de esta como el sol se ocultaba lentamente por el horizonte y apagaba de este modo sus fuertes y vivos rayos amarillos para dejar en su lugar a esos débiles y tenues rayitos naranjas que con el pasar de aproximadamente 15 minutos se perderían por completo y todo lo que quedaría entonces sería la luz de la luna brillante de la Luna llena. Simplemente hermoso ¿verdad?

¿Quién entiende a los hombres?Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon