Capitulo 29: Un triangulo Celoso.

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¿Celos? A eso se le podía catalogar como tal, ¿No? Y es que cuando Levi vio la sonrisa en el rostro de Mikasa, sintió su cabeza arder. 

Aunque nunca se lo dijera, la chica era bonita. Muy, muy bonita; sin embargo ahora tenía otro punto a su favor: Ya no era solamente "Cara Bonita", ahora también "Cuerpo Espectacular". Le molestaba el hecho de saber que los demás idiotas de Kyojin ahora la verían de esos dos términos solamente, o tal vez, para los muy descarados, Solamente el último. Levi cerró el puño con ganas de golpearse con un coco. ¿Qué le pasaba? Mikasa no debería de ser absolutamente nadie para él, sin embargo ¿A quién engañaba a esas alturas? Levi quería a la azabache. La pregunta ahora era, ¿Ella lo quería a Él?

Con una personalidad tan cambiante como la de Mikasa, él no lo sabía. Algunas veces sentía que ella gustaba de él, pero al otro parecía como si lo odiara, lo cual era probable también. Todo ese juego se había convertido en alguna clase de "Odio-Amor" que ambos disfrutaban, ambos odiaban, y a ambos confundía.

Ambos disfrutaban el poder ver al otro sufrir por sus "bromas pesadas". 

Ambos lo odiaban cuando les tocaba ser el que recibía las bromas o el que perdía. 

A ambos les confundía, porque... ambos se querían. Pero los dos últimos puntos simplemente los sacaba de sus casillas al no saber qué era lo que vencía a la otra cosa. ¿Que era más fuerte? ¿La parte de Disfrute, o la confusión?

Levi ardió en coraje, y Mikasa sonrió placentera ante la risa de su mejor amiga al ver de reojo al pelinegro que parecía, no estaba muy conforme con que su "Pequeña bromita" se hubiera salido de sus manos. Habían utilizado su propia arma de fuego para desviarla y que le cayera a él. Para ese Round, ya habían perdido la cuenta de cuantas ganadas tenía cada uno. 

Levi caminó a grandes zancadas hacia aquella palmera donde se resguardaban Annie y Mikasa bajo la sombra que sus grandes y toscas hojas perene les regalaba. Mikasa No se percató de que iba hacia ellas hasta que, de la Nada, Levi llegó y la tomó del codo, mientras que la levantaba de su lugar de confort. Intrigada, ofendida y casi estupefacta, Mikasa lo miraba con un rostro de perro que ni ella misma se podía cargar. ¿Quién se creía ese idiota para tomar de ese modo? Ni su papá, ni su hermano, ni siquiera un maestro. Ni su novio tampoco. 

- ¿Qué te pasa, Idiota? - preguntó Mikasa procurando no levantar la voz para no llamar la atención de la gente a sus alrededores. La chica forcejeó su brazo y en cierto momento logró zafarse de las garras de ese idiota, narcisista, Egoísta y siniestro chico. Decimos "Siniestro" ya que no es "normal" que alguien sea tan... tan Levi. 

- ¿Se puede saber por qué usas ese traje de baño? - Levi habló lenta y claramente juntando su oído lo más que pudo al oído de la azabache. Ella bufó y rodó los ojos, alzó su hombro derecho y sonrió mientras que elevaba sus manos sobre su cabeza y colocaba sus lentes de sol para evitar la Luz.

- ¿Se puede saber por qué preguntas? - Alzando la ceja, Mikasa preguntó irónica. Levi tragó gordo, tragó púas, púas que le dejaron marcas en la garganta y ahora le dolían. Por alguna extraña razón, ese día él no quería pelear con ella. Y no quería pelear con la azabache, ya que se había dado cuenta que aunque era divertido hacerla enojar, era más lindo hacerla sonreír. Aunque eso hubiera sucedido quizás una vez... o tal vez nunca. Pero su sonrisa era mejor que esa cara enojada y sin chiste.

- ¿Estás loca? - preguntó el escupiendo sus palabras con desprecio. - ¡No puedes usar eso!

- ¡No eres nadie para decirme que usar!

- ¡Claro que sí! - objetó el, ya furioso y lo que le seguía. Por alguna extraña razón, el que ella le hubiera devuelto la jugada era más amarga de lo que se lo esperaba. Y, para ella, en cierto modo era agridulce.

¿Quién entiende a los hombres?Where stories live. Discover now