Capítulo 39: Mentes Torturadas

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Pensar, pensar, pensar; la mente de Levi se había vuelto en su enemigo. ¿Por qué ella se había ido con él? ¿Por qué ni siquiera intentó perder el orgullo, cuando era ella la que estaba haciendo lo incorrecto? Levi cerró los ojos con fuerza, y tiró su cabeza hacia atrás.
Erwin lo observaba con tranquilidad, mientras que Levi se volvía loco en su propia y personal burbuja. ¡Eso si era gracioso! Ver a Levi Rivaille morirse de los celos era algo nuevo; normalmente él era tan, tan seguro de sí mismo...
- ¿Mejor? - preguntó Erwin y alzó una ceja.
- ¿Luzco mejor, idiota? - preguntó Levi sarcásticamente.
- Bro, Mikasa te adora. Déjate de dramas.
- ¡Se fue con el millonario! ¡¿Qué quieres que piense?! - Levi explotó. Aun no le podía entrar a la cabeza la idea de que en verdad hubiera ido con Erwin para pedir ayuda; él jamás le pedía ayuda a nadie, menos consejos. Todo eso estaba llegando muy lejos.
- No confió en Jaeger. - gruño Levi, y Erwin puso los ojos en blanco.
- Confía en ella, ella es la que al final tiene la última palabra, no él. - Erwin suspiró. - Eren podrá querer todo con ella, pero si ella no quiere no hay nada que decir.
- ¿Cómo lo sabes? El idiota es... - Levi sacudió su cabeza, desterrando ese pensamiento. - Necesito una cerveza.
Rivaille se levantó del sofá, y caminó hacia la cocina. Abrió el refrigerador, y sacó dos "Victorias". Para cuando dio media vuelta Erwin ya estaba recargado en la barra, y Levi no hizo más que aventarle la lata.
- Deja de preocuparte. Annie me ha confirmado que Mikasa está igual de boba por ti que tú por ella, así que relájate.
Levi se quedó callado, y se dispuso a beber de su cerveza. ¿Y si estaba exagerando? ¿Y si todo eso era solamente obra de su cabeza? Bueno, el hecho de que Jaeger estuviera interesado en su novia no era un secreto; Eren se había encargado de dejarlo más que claro más de un par de veces, sin embargo quizás Erwin estaba en lo cierto: tenía que confiar en ella, no podía seguir atormentándose con pensamientos incoherentes.
- ¿XBOX? - preguntó Erwin, y Levi asintió, empinando la cerveza en su garganta.







Mikasa Ackerman esto, Mikasa Ackerman aquello. La chica se sentía verdaderamente incomoda del hecho de que todos esos ejecutivos importantes estuvieran hablando de ella como si ella no estuviera en esa misma mesa.
El mesero llegó con un platillo de carne en filete y verduras. Mikasa se sentía tan mareada, que muy apenas podía pensar en comer de buena manera, pero gracias a la mirada insistente de Eren, ella se vio obligada a hacerlo.
- Tiene buena imagen, una imagen comercial. - apuntó el hombre pelón con barba fea. De repente, Mikasa se sintió como una muñequita de trapo, un títere. - Afilamos detalles, y podría ser mostrada al público. - Comentarios variados sobre aquella observación se presentaron a lo largo de toda la mesa.
Eren, sentado al lado de la azabache, tomó su mano sobre el mantel. Ella estando tan nerviosa, lo tomó como una señal de "tranquila, estoy aquí", aunque después de que sus pensamientos regresaron a Levi, ella se dio cuenta de que, quizás, su novio tenía razón.
Una gran lucha de poderes comenzó a adueñarse de la azabache, haciéndola retorcer de dolor inmensamente por dentro. Una teoría bastante dolorosa llegó a su cabeza: ¿Qué tal si Eren solo la estaba ayudando por que él quería algo mas con ella? - tragó gordo - ¿Qué tal si él no pensaba que ella tuviera lo necesario? ¿Que Mikasa no era un poco especial?
- Necesitamos definir el estilo. - habló otro hombre. - con los CD que me has mandado Eren, se nota que la chica tiene versatilidad para su voz al momento de cantar. - El hombre fijó la vista en la azabache. - ¿Mikasa? ¿Cuál es el que más te gusta? - por primera vez, alguien ahí la incluía en la conversación. La mesa enmudeció, y Mikasa se encontró en la mira de todos y cada uno ahí.
- Yo... - masculló, pensado la respuesta. - Creo que me inclinaría hacia el Blues o R&B.
- ¡Podemos convertir a ésta chica en la nueva Amy Whinehouse! ¡Y sin tatuajes! - los hombres comenzaron a comentar entre ellos otra vez.
¿Por qué todo eso era tan extraño? ¿Por qué aunque estuvieran hablando de ella todo el tiempo sentía aquello tan ajeno a sí? ¡Era ella! ¡Gracias a ella estaban todos los hombres de trajes exageradamente costosos sentados ahí! Pero aun así, no se sentía ella misma. ¿Era el vestido? ¿Los aretes que Annie le había prestado de diamante? Mikasa No se sentía necesariamente ella, y esa sensación no le era amigable. Todo lo que ella quería era huir de ese lugar, de esas personas. Odiaba la atención que todos le estaban dando de forma indirecta.
Mikasa Ackerman odiaba la atención. Si todo aquello funcionaba, ¿Cómo aguantaría toda la atención que recibiría de absolutamente todo el mundo? Y por primera vez, se preguntó a si misma sus razones de querer hacer eso. ¿Realmente lo deseaba? ¿Ese era su sueño? La oportunidad de ser una cantante profesional solamente se presentó en el paquete de conocer a Eren Jaeger, ella nunca...
- El postre. - anunció un mesero. Un postre bastante simple: pastel de chocolate. Demasiado pesar para Mikasa Ackerman; prefirió enfocarse en el tenedor y el pan.


¿Quién entiende a los hombres?Where stories live. Discover now