Capítulo 25 (Maldito asesino)

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- Te quedaste callada de pronto. ¿Pasa algo? –me pregunta la pequeña.

- ¿No soñaste con la muerte de alguien ese día?

Mona se pone nerviosa de repente y mira hacia todos lados menos a mí.

- Y-Yo… no quiero hablar de eso. Me va a hacer daño si te digo –se frota las manos con nerviosismo.

- ¿Quién te amenaza Mona? Nadie puede hacerte nada.

- No quiero hablar, no puedo. Vete por favor. –dice mirando el suelo.

- Está bien, no quiero presionarte, mañana hablamos. –me despido.

Me dirijo al lugar del accidente, a unas cuatro calles de allí hay una heladería llamada: ¨Arco iris¨, cuando regreso le pregunto a Damián como quien no quiere la cosa el nombre de la heladería y este me lo confirma.

¿es Mónica quien debió morir en mi lugar? No puede ser…no puede ser…no puede ser. 

- ¿Pasa algo? –la voz de Damián me saca de mis pensamientos.

- Tú estabas ahí el día del accidente y no me dijiste nada. –contesto de mal humor.

- ¿Qué? ¿De qué hablas?

- Tu cumpleaños, un auto casi atropella a Mona y más adelante me atropelló a mí. –mascullo.

- No sabía que eras tú, tienes que creerme. Por favor.

- Todo este tiempo buscando algo que estaba frente a mis narices. ¿Crees que es Mona? Si no la hubieras apartado ese auto no me habría atropellado a mí. Tal vez es solo una coincidencia, no puede ser ella. –digo arrastrando las palabras con nerviosismo y moviendo las manos en el aire.

- ¡Maldita sea! Adriana, no quiero pensar en eso, ¿crees que no me duele? Se trata de las personas que más quiero y una de ellas tiene que morir para que viva la otra ¿Cómo crees que me siento? –pasa sus manos por el pelo con frustración.

- No quiero ser egoísta, pero soy yo quien se va a morir. Tú sigues viviendo ¿Cuánto tiempo pasará hasta que me olvides? Vas a rehacer tu vida y yo soy la que va a estar muerta porque la mía fue ROBADA. –grito la última palabra y la pronuncio lentamente sílaba por sílaba.

- No quiero perderte… es mi hermana…

- Lo entiendo, –no lo dejo terminar la frase- hasta hace unos días yo estaba dispuesta a irme por Alicia, ahora… ¿por Mona? Tal vez mi destino no es vivir.

- No digas eso, yo te prometo que…

- No hagas promesas que no puedes cumplir. –lo interrumpo.

- ¡Hey, fantasmita! –su voz se dulcifica pero continúa triste- de verdad no quiero perderte. No sé qué hacer, si no te quisiera todo sería tan fácil. 

- Es lo que pasa cuando decides querer a las personas –repetí la frase que me dijo él un día.

- No eliges a quien querer es cosa del corazón, ¿Recuerdas? Eso lo dijiste tú.

- ¿Me estás diciendo que me quieres?

- Intenté evitarlo, me prometí a mí mismo no querer a nadie para no sufrir su pérdida, siempre que quiero a alguien… se va. Tengo miedo de que te vayas. –baja la mirada, parece un niño perdido.

Me siento en el césped del jardín y dejo que mi mente viaje. Tengo muchas cosas que pensar, alguien está amenazando a Mónica y debo descubrirlo, no le dije nada a Damián hasta estar segura y tener pruebas, pues al sospechoso ya lo tengo.

Por otro lado no recuerdo si he podido tocar cuando Mona está despierta, es la única forma de averiguar si realmente es ella la persona viva por error y solo hay un modo para saberlo.

En la tarde todos cenan, nunca los había visto a todos juntos, la tensión se puede cortar con una tijera. Mientras comen observo que Mona evita todo lo que puede a Hugo, es obvio que le tiene miedo, ella sabe algo que yo no, y pienso averiguarlo, no dudaría que él fuera quien la amenaza, pero necesito pruebas y no una simple especulación mía.

Cuando entré en esta casa me prometí que iba a descubrir sus secretos y pienso lograrlo. Necesito hablar con Damián, él se levanta de la mesa y me hace un gesto para que suba a su habitación. 

- ¿Qué ocurre? –pregunta.

- ¿Sabes algo de Hugo, quiero decir su pasado, familia, trabajo?

- Pues…no, ahora que lo dices no sabemos nada de él. ¿Por qué lo preguntas? –frunce el ceño.

- No me da buena espina, se comporta extraño, desaparece siempre. Y creo que Mona sabe algo que nosotros no sabemos.

- ¿Mona? Vamos a preguntarle…

- ¡NO! no podemos, creo que la está amenazando, ella le tiene mucho miedo.

- ¿Qué hacemos entonces? –pregunta confundido.

- Investigarlo, seguirlo sin que se dé cuenta, ya nos hemos infiltrado en la policía, allí podemos obtener información de él.

- Eres impresionante, fantasmita. 

- Lo sé.

Varios días han pasado desde que comenzamos a investigar a Hugo, Damián descubrió que pasó siete años en un hospital psiquiátrico y ha ido a ese mismo hospital para confirmarlo y conocer la razón por la que estuvo interno allí.

Un amigo de su madre que es policía lo está ayudando, claro, a escondidas de ella. Gracias a mi invisibilidad yo me dedico a seguirlo, casi siempre  va a un hotel con prostitutas (una diferente cada día), yo preferí no presenciar lo que obviamente hacían, pero las escuchaba gritar y me di cuenta que a Hugo lo excita golpear a las mujeres, no llega a tener sexo con ellas, solo las golpea hasta dejarlas inconscientes.

No hay duda, está enfermo.

De regreso a casa yo voy en el auto de Hugo, si él pudiera verme probablemente estaría muerta, sé demasiado, me he dado cuenta que es capaz de matar a alguien de la peor manera, es un asesino de la peor calaña. Ahora temo por Damián, por Mona y por Diana, lo peor es que no podemos denunciarlo sin pruebas.

Estoy sentada en el asiento del copiloto y de repente el auto choca con algo, Hugo se va de bruces contra el volante, yo salgo disparada hacia afuera atravesando el cristal y aterrizo en el suelo, hay un perro muerto justo entre de las llantas delanteras, Hugo arranca nuevamente el auto y continúa su camino sin preocuparse en saber qué fue lo que chocó.

Cuando se pone en marcha el auto me traspasa, tuve como una especie de déjà vu, entonces veo en mi mente un recuerdo fugaz del accidente, ocurrió exactamente como ahora, solo que esta vez no me ocurrió nada ni caí al suelo, pero en aquel instante pude ver al conductor, fue Hugo quien me atropelló.

Cuando lo conocí sentí que lo había visto antes, solo que no lo recordaba.

No soy un fantasmaWhere stories live. Discover now