Capítulo 27 (Adiós)

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Grita Diana a su marido ¿Cómo se habrá enterado? Le da una cachetada a Hugo y este reacciona tomándola del cuello.

Dios mío! va a estrangularla!!

Damián se le lanza encima y le propina un fuerte puñetazo para alejarlo de su madre, pero Hugo es más fuerte, retrocede por el golpe y viene hacia Damián con una furia feroz.

Diana trata de impedirlo agarrándolo del brazo, pero ese animal le pega dejándola inconsciente. Damián avanza para volverlo a golpear pero este saca un arma y toma a Mona como rehén, poniendo la pistola en las sienes de la pequeña.

Me siento impotente, no puedo hacer nada, solo soy un fantasma inútil que ni siquiera puede tocar, levanto mis manos y ya no puedo verlas, estoy desapareciendo. Damián toma una botella de vino de la mesilla y la estrella contra la pared convirtiéndola en un arma cortante.

Diana logra levantarse, aunque muy mareada, toma a Hugo de sorpresa y logra arrancar a Mónica de su amenaza, madre e hija caen al suelo y Damián aprovecha para intentar quitarle el arma, que cae al suelo.

Mi vista comienza a nublarse, ya no logro ver más que sombras. Escucho un disparo y veo un gran charco de sangre en el suelo, todo pasa de rojo a negro, la oscuridad me lleva consigo, envolviéndome.

¿Volveré algún día? Tal vez en otra vida nos encontremos de nuevo.

*Narrador omnisciente*

Hugo ha muerto, mientras forcejeaban el arma cayó al suelo, Diana la tomó y le disparó para salvar a su hijo, que estaba siendo herido con el pico de la botella rota.

Damián se percata en ese instante de que Adriana está desapareciendo y corre hacia ella a pesar de su herida y del dolor que siente, pero este nuevo dolor es aun peor.

No logra alcanzarla, ella desaparece para siempre justo antes de que él pueda decirle que la ama. Nunca se lo dijo y ahora no podrá hacerlo, ella se ha esfumado en el aire, para siempre.

Ni siquiera la muerte puede separarnos. -susurra las últimas palabras de ella, dichas minutos antes.

Damián se deja caer en el suelo, y llora como un niño.

- Otra más que se va, otra persona más que me abandona -piensa.

Su hermana se le acerca silenciosamente por detrás y le pone una mano en el hombro.

- ¿Se ha ido para siempre? -pregunta ella sentándose sobre sus piernas.

- Sí, enana.

- Adriana siempre logra lo que quiere, mira como descubrió lo que no fuimos capaces de descubrir nosotros. ¿Por qué no merecer otra oportunidad para vivir alguien tan especial?

- Porque la gente buena siempre se muere. -contestó Damián abrazando a su hermana.

Estaba pálido, demasiado. De repente comenzó a temblar.

- ¿Dam...Estás bien?

Damián no responde la pregunta de su hermana, en su lugar cae al suelo inconsciente.

Perdió mucha sangre cuando Hugo lo hirió con el pico de la botella rota en el forcejeo, justo antes del disparo.

Tiempo después...

*Damián*

Hoy se cumplen dos semanas desde que desapareció Adriana, dos semanas que vengo a verla cada día, la casa se siente vacía sin ella, yo...también estoy vacío sin ella. Me sacó de la tristeza con su alegría, para volver a hundirme en ella con su ausencia.

No soy un fantasmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora