do you wanna something natural? | scott mccall | natural#1

Capítulo 17

Acónito: Parte 2.

Hay un plan al parecer sencillo para lo de Allison: buscar en sus cosas el collar, si no está ahí, ir a su casa. Es tan simple que cualquiera creería que Scott puede hacerlo solo, pero Stiles insiste en que si alguien lo mira esculcar las cosas de su ex eso sería muy extraño. Trato de negarme a su prepuesta de que vaya con Scott, pero creo que ya sabemos cómo termina eso.

Mi amigo se va en completa comodidad a su casa diciendo algo sobre un trabajo con Danny. Se lleva mis cosas y justo ahora me siento muy extraña caminando sin poder tomar con fuerza las tiras sobrantes de mi mochila, pues el aire alrededor mío y de Scott es tan denso que creo que puedo palparlo si quiero, aunque lo único que deseo hacer con esa densidad es alejarla.

Bajamos el último tramo de escaleras en dirección a la piscina en absoluto silencio. Scott tiene las manos metidas en las bolsas de su pantalón y las mías están aseguradas entre mis brazos, pues los tengo cruzados. Ninguno dice nada, incluso creo que puedo escuchar el sonido de mis zapatos contra el suelo, pero no es posible, porque justo ahora el silencio se llena con el ruido de las tantas personas que hay; personas normales que no se sienten incómodas después de confesar cosas embarazosas a chicos con los que no deberían estar hablando o siquiera caminando.

Subimos a las gradas del segundo piso y nos recargamos casualmente en el tubo, como si no tuviéramos un plan de atraco en proceso. Trato de destensarme, pero estando tan cerca suyo me parece imposible. Disimuladamente hago un ademán con la barbilla en dirección a una de las piscinas, pues creo que acabo de ver a Jackson.

—Ahí están —murmuro. Él sigue la dirección de mi mirada y asiente. Cuando voltea a verme yo aparto la mirada.

—Yo los vigilo, tú busca la bolsa.

—Vuelvo en un momento. —Me doy la vuelta sin apresurarme y camino tratando de lucir casual. Me siento en las gradas y miro a Scott bajar la cabeza; se tuerce de un modo tan extraño que termina mirándome. Me concentro de inmediato en tomar el bolso.

Hay un grupo de chicas tras de mí, pero ni siquiera me prestan atención, así que abro la bolsa como si fuera mía y esculco hasta el más pequeño compartimento, pero lo único que llego a sentir con la textura de un metal es una pluma de punto fino al fondo de la parte delantera. Suelto un suspiro y cierro con cuidado de dejar todo como estaba.

Estoy a punto de ponerme de pie, pero miro al frente, donde la espalda de Scott está. Me quedo un momento mirándolo de lejos, pensando cómo le haré para volver a caminar a su lado y no sentirme como un tronco viviente. Pasa solo un momento, pero creo que se extiende más de lo que espero, ya que se da la vuelta y yo termino con la vista sobre su pecho.

Ahora es muy tarde para fingir estar en un viaje astral o algo por el estilo, así que subo la vista a sus ojos cafés. Le hago una seña para irnos y él asiente. Primero salgo yo por el pasillo de las escaleras, siento que Scott me sigue por detrás, aunque no lo espero.

Antes de salir a la zona principal me toman por el brazo, choco contra un pecho y sé que cuerpo es. Aprieto los labios para reprimir un gritillo.

—Están saliendo de la piscina, si salimos nos verán. —Asiento como una retardada, porque justo ahora soy incapaz de moverme y él no hace ademán de soltarme, aunque yo tampoco me alejo. Solo sé que no pasan horas porque no estoy respirando; si fuera el caso estaría muriendo, ¿no?

Un momento después Scott me suelta y siento que lo hace con tanta lentitud como en una cámara lenta. Él se adelanta sin siquiera mirarme, lo cual agradezco, pues puedo tratar de despabilarme sin preocuparme de disimular. Le sigo el paso, pero no me acerco a su lado hasta que salimos de la escuela.