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Hoy doble capítulo, disfruten.

El moreno sabe que no es correcto pero no puede evitar dejarse tentar por aquel embriagante aroma que percibe y tal vez se deba a la proximidad de la luna llena que está exacerbando sus sentidos pero no puedo dejar de buscar contacto con el castaño. Esa noche no fue la excepción, apenas se cercioró que está profundamente dormido, volvió a su forma humana y se pegó con cuidado al cuerpo del adolescente, quien está dándole la espalda mientras ronca ligeramente.

-Stiles- susurra hundiendo la nariz en el cuello contrario, aspirando profundamente y por unos segundos sus ojos brillaron rojos- Stiles.

Había estado los últimos dos días revisando el libro que le entregó Peter y comprobó con sorpresa que tiene razón, las señales que se describen cuando un lobo encuentra a su compañero, calzan perfectamente con lo que le está ocurriendo con el castaño, especialmente con la parte de posesividad, porque no solo le molestaba cuando estaba cerca de ese idiota de Tommy, sino que ahora también le enfada que lo esté con Lydia o de Isaac, con quien ha estado bastante cerca y suelen hacer bromas de doble sentido que no le agradan en lo más mínimo.

Apenas tuvo la certeza de las palabras de su tío, su primer instinto fue salir de ahí, colocar distancia entre Stiles y él pero cuando lo hizo encerrándose en el cuarto, no aguantó ni siquiera una hora lejos del menor, mucho menos cuando percibe aquel aroma dulce que emana y terminó yendo con él, lo cual hizo tan feliz al humano que estuvo a punto de transformarse para empotrarlo contra la pared más cercana.

-¿Qué me has hecho?- preguntó colando una mano bajo la camiseta ajena hasta llegar al vientre, donde lo acarició despacio.
-Mmm...- murmuró el hijo del sheriff entre sueños.

Jamás debió fingir ser la mascota del castaño, nunca. Ahora no tiene forma de escapar de la gran revelación que es su compañero, no cuando es tan consciente de todas las señales. Con cuidado presionó sus caninos en el cuello del chico, quien se movió un poco antes de jadear despacio y lo mantuvo quieto pegándolo a su cuerpo.

Aún recuerda perfectamente el sueño que tuvo ayer con Stiles y sería un mentiroso de no admitir que desea hacerle exactamente lo mismo ahora. Todo parece una cruel ironía, al comienzo no soportaba a ese adolescente hiperactivo y ahora todo lo que quiere es empujarlo contra la pared o tumbarlo en la cama para follarselo. Sin duda su lobo se está burlando de él.

Aplicando más fuerte, succiona hasta dejar una marca sobre la pálida piel del menor, quien gimió entreabriendo los ojos y el moreno lo tomó por la mandíbula, girándole la cabeza un poco para besarlo con lascivia. Probablemente debería detenerse ahí pero no puede, ni quiere, por nada del mundo quiere parar.

-¿Derek...?- susurró el humano adormilado cuando se separaron- Mmm... estoy soñando ¿Verdad? No hay forma posible en que estés aquí, mucho menos besándome- dijo con la intención de voltearse pero el mayor se lo impidió.
-Quédate quieto- ordenó pegándolo con mayor fuerza a su cuerpo y el chico volvió a gemir.
-Sí, Derek- respondió sumisamente, lo cual provocó aún más al lobo.
-Buen chico, así que es cierto que estás enamorado de mí- señaló hundiendo la nariz en el cuello contrario.
-Siiiiii... claro que sí...- respondió moviéndose un poco inquieto- Estoy completamente enamorado de ti, Sourwolf... no tienes idea de cómo vuela mi imaginación cuando amenazas con empotrarme contra la pared.

El moreno gruñó roncamente al escuchar esas palabras y a sabiendas que el sheriff tiene el turno nocturno, decidió arriesgarse un poco, después de todo Stiles cree que es un sueño y es mejor que siga creyendo eso por el momento. Apenas consigue levantarlo de la cama, lo empotra contra la pared con firmeza, haciendo brillar sus ojos rojos y el menor jadeó abrazándolo por el cuello.

Mi SourwolfNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ