Aquello Que Llaman Amor

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─ ¿Cariño?─

─Si mamá.─

─ ¿Tienes un minuto?─

Hanna entró sigilosamente a la habitación de Kyuhyun mientras él guardaba los lápices y apagaba la lámpara del escritorio.

─ ¿Sucede algo?─ le preguntó al verla con el rostro lleno de preocupación.

─Cariño...─ Hanna jugaba con sus manos.

─Ya mamá, habla.─

─Sabes, creo que lo mejor es que regrese a trabajar. Creo que ayudaría mucho que...─

─No mamá─ Kyuhyun la interrumpió ─No es necesario, con mi sueldo hemos mantenido las cuentas al día. Además le pagué al casero para que arreglara la calefacción y he estado pagando puntualmente la factura del hospital. No veo necesario que tengas que trabajar.─

─Cariño...─ Hanna le tendió un sobre con documentos. Eran la factura del hospital y un aviso del aumento de la renta.

A Kyuhyun casi se le salen los ojos al ver los números. La factura del hospital apenas había sido abonada, lo que significaba que todos los pagos anteriores habían ido directo a intereses, además tenía un aviso en el incremento de los intereses. En cuanto a la renta, el incremento de quinientos mil wons era totalmente descabellado. Con aquellas cuentas encima, más el crédito del banco y los gastos diarios su sueldo era nada.

Comprendió porque su madre estaba preocupada. Simplemente no sobreviviría un fin de mes más. El aumento de su salario no competía con tan exuberante deuda. Y lo peor de todo, tenía dos días para abandonar la empresa o se vería en serios problemas.

Suspiró conteniendo la impotencia que empezaba a desesperarlo. Poner a su madre a trabajar sería simplemente una negligencia. No podría, no debía y no quería hacerlo.

─Mamá, cálmate, no es para tanto. Solo han aumentado un poco las deudas pero no es nada que no hayamos pasado antes. Lo solucionaré. Además, mira esto.─

Estiró la mano hacía el escritorio y tomó un legajo de bocetos que había estado trabajando. Hanna los tomó. No pudo evitar sonreír al verlos y solo tuvo una palabra para describirlos. Hermosos.

─Ziad Nakad recluta a principiantes para instruirlos. Luego los manda a América y ahí los presenta ante Anna Wintour. Ella elige a los mejores y sus diseños son presentados en la edición de septiembre en la revista Vogue.─

─Cariño ¿Qué pretendes?─

─Escucha, mañana voy a mandar estos bocetos y esperaré la respuesta en tres semanas, si todo sale bien, podría ser el próximo diseñador de Vogue.─

─Oh cielo, es fantástico, pero eso será dentro de mucho tiempo. Y estos pagos son para este fin de mes.─

─Mamá, confía en mí. ¿Sí? También le mostraré algunos diseños al señor Kim. Estoy seguro que a él le gustará mi trabajo.─

─Kyu, con respecto a él.─

El tono que Hanna utilizó hizo que Kyuhyun se pusiera en alerta ante cualquier cosa que ella podría decir.

─Mira, aprecio bastante la amistad que han mantenido los dos y sus atenciones para con nosotros. Pero creo que deberías mantener tu distancia con él y evitar que se den malas interpretaciones.─

Kyuhyun arrugó la frente.

─ ¿A qué te refieres con malas interpretaciones?─

─Escucha, tú eres hombre y él también. Sabes que no estoy en contra de ese tema ¿verdad? por eso estoy contenta con la relación que tienen Hae y HyukJae. Pero, cariño, el señor Kim y nosotros no somos iguales y no me gustaría que un día te encuentres rodeado de personas que quieran herirte.─