Aquello Que Llaman Amor

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Kyuhyun llegó a casa cuando el sol empezaba a inclinarse al atardecer. Había pasado toda la mañana en el bosque, pensando, llorando y gritando, golpeando árboles donde veía los rostros de su padre, y los padres de Ryeowook. Se sentía exhausto de tanto pensar. Pero al llegar a medio día, se dio cuenta que había desperdiciado toda una mañana sin el pequeño, por lo que emprendió camino a casa. Al cabo de unos minutos cayó en cuenta que se había perdido. Con el enojo a flor de piel y el temor a que Ryeowook pasara la noche en aquella solitaria cabaña , buscó apresurado el camino.

Cuando divisó la casa al final de la montaña, sintió alivio. Pero se esfumó cuando su cerebro empezó a mortificarlo diciéndole que por más días que paseasen en aquel sueño, tenían que despertar y afrontarse a todos.

Ryeowook no había probado bocado alguno, tenía el estómago revuelto. Se debatía si debía irse o esperar a que regresara. Espéralo, le susurraba su corazón, sobre los argumentos del cerebro, él va a regresar, él te ama... Pero ya habían pasado horas sin tener rastro de él. Ya viene, le anunció su corazón, se acercó a la ventana lateral y lo miro a lo lejos.

Sentía felicidad porque regresaba., alivio por verlo sin daño algunl y a la vez furia por su desfachatez en desaparecer. Corrió a él, Kyuhyun se sintió culpable por haberlo dejado y a la vez aliviado por verlo correr a él. Estaba preparado para recibirlo con los brazos abiertos y besarlo profundamente.

Pero el golpe en su rostro lo mandó al suelo.

─ ¿Qué te crees?─ Ryeowook estaba sobre él, golpeándolo con puños cerrados. ─ ¿Crees que puedes jugar conmigo así?─

La ira lo volvió a invadir. Intentó apartarlo pero sorprendentemente el pequeño tenía demasiada fuerza y los golpes estaban empezando a dolerle.

─ ¿Crees que puedes hacerme esto?─

─Cálmate.... Estás loco.─

─ ¡Ahora soy yo el loco! ¡Te fuiste y me dejaste... pensé lo peor!─

Kyuhyun pudo sostenerle las manos y se colocó sobre él.

─ ¿Lo peor?─ le gritó ─Hablas de lo peor que puede suceder cuando... ambos sabemos que lo peor aún no ha venido.─

Ryeowook se quedó estático. ¿Acaso él sabía algo? Kyuhyun se puso de pie. Cuando vio que Ryeowook se había incorporado, le dio un puñetazo en el estómago. El aire abandonó a Ryeowook y se dobló sobre su estómago. Estaba ardiendo de furia.

─ ¿Crees que no sé lo que es esto?─ dijo con rabia. Ryeowook intentó ponerse de pie pero tambaleó. ─Esto no es más que una puta despedida para ti ¿cierto? siempre se ha tratado de ti, todo el maldito tiempo es sobre ti. De lo que quieres, de lo que temes, de lo que debes tener cuidado... siempre hemos estado juntos temiendo que alguien nos pueda descubrir... COMO SI AMARTE FUERA MI DELITO...─ La voz de Kyuhyun se quebró. ─ ¿Tienes una puta idea del miedo que tengo de perderte? ─

Ryeowook logró incorporarse. Sus ojos estaban a punto de soltar las lágrimas pero él las obligó a quedarse quietas. Las palabras que Kyuhyun había dicho le habían dolido como dagas. Mil dagas en la piel.

Así que, después de todo, Kyuhyun aún dudaba de sus sentimientos. No quería discutir, había pasado la mañana entera recordando cosas que simplemente quería olvidar. Con paso débil empezó a recorrer el sendero cuesta arriba. Kyuhyun cambió su rostro por un semblante de confusión. En silencio fue tras él, aun con rabia y confusión aturdiéndole.

Ryeowook se percató que el castaño lo seguía y apresuró el paso, tropezando con alguna raíz de los árboles o deteniéndose por unos instantes para poder respirar. Kyuhyun le seguía el paso y pronto estuvo a pocos metros tras de él. Se preguntaba a donde los dirigía pero prefirió no perderlo de vista y dejar que él caminara.