Capítulo 1

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PIER

Al ritmo de How does it feel de D'Angelo me encontraba encantando con mi hermoso cantar y mis sexies movimientos a la platea femenina y ganando nuevamente, por tercera vez en la noche la competencia de karaoke en el Blue Ivy Bar, el cual me pertenecía pero en cuyas competencias de karaoke solo participaba cuando Tara (mi hermana) y uno de amigos de toda la vida Bastian, quien es mi ahora cuñado venían de visita a Argentina ya que desde hacía casi 2 años ellos vivían en Irlanda; en esta ocasión vinieron porque querían celebrar el primer añito de sus hijos, mis hermosos sobrinos, yo era el padrino de Stefan y Luca era el padrino de Constantino y las madrinas eran Gi y Gaby, Bastian no tenia hermanos así que para ellos la decisión de quienes serían los padrinos de sus hijos fue muy fácil, en este momento los príncipes del tío se encontraban bajo el cuidado de mis padres, por ello habíamos aprovechado la oportunidad y decidimos juntar a la banda de amigos, la cual era cada vez más grande ya que la mayoría ya estaba en pareja o casados, y eso que habían pasado pocos años desde nuestras épocas de solteros irresponsables y mujeriegos, o al menos para mis amigos ya que yo seguía en la misma al igual que Luca quien me acompañaba en mis salidas, aunque el presentía que en cualquier momento caía bajo las garras del amor, ya que últimamente andaba bastante raro y siempre que lo invitaba me decía que estaba con una amiga,la cual por su poco hablar supuse que era la misma todos los fines de semana.

Hace ya un año y medio después de haber conseguido terminar mi carrera de abogacía y haber trabajado para un estudio de abogados decidí que no quería trabajar de ellos, no era cómo quería pasar mi vida, a pesar de tener un sueldo demasiado bueno, no me hacia feliz, vivía para trabajar, ahora trabajo para vivir y para disfrutar de la vida y de las cosas importantes que trae la vida, cómo por ejemplo en este momento lo hacía en el Blue Ivy en el cual invertí cada centavo que había ahorrado de mi trabajo cómo abogado y de lo que quedaba de mis trabajos de cuando estaba en la universidad, me costó mucho pero con la ayuda de mi familia y amigos se logró abrir el bar en las mejores condiciones y después de un año mi bar es reconocido cómo uno de los mejores bares de la zona. El bar estaba abierto de Martes a Sábados y cada día tenía un entorno totalmente distinto debido a que cada día la temática iba cambiando, por ejemplo hoy jueves era noche de karaoke, los viernes y sábados era bailable, los miércoles era solo para ellos y el futbol mientras qye los martes eran solo para ellas, era algo que me había funcionado muy bien hasta ahora por ello lo seguí implementando.

Tras terminar de cantar baje del escenario creyéndome el rey del mundo ya que estaba dando por ganada la competencia, hasta que justo al acercarme a la mesa donde estaban todos mis amigos vi cómo ella se estaba levantando de la silla que estaba al lado de mi hermana, se tomó un trago del tequila que había sido servido en la mesa para luego dirigirse hacia donde yo estaba, esa hermosa y pequeña criatura de pelo negro azabache me dejó congelado en mi lugar, al llegar ella donde estaba me agarro de mi camisa haciendo un puño a la altura de mi pecho logrando que bajar mi cabeza a su altura para susurrarme al oído.

- Estás perdido querido Piere, la reina a llegado y no va a ceder su corona... A NADIE

Y así, me dejó pasmado tras sus palabras, y para cuando reaccioné ella ya estaba subiendo al escenario y alcancé a solo ver ese trasero perfecto mientras lo hacía, pero lo peor fue cuando sentí el inicio de una ya muy conocida canción, aún medio anonadado termine de llegar a la mesa y me senté junto a mi cuñado, Bastian sabiendo lo que estaba por suceder me pasó un trago de vodka, todos sabíamos que Gi y mi hermana eran las reinas del karaoke, pero cómo Tara ya había tenido su turno, Gi tenía que subir sola o declinar a cantar, cosa que sabíamos no haría, ella odia perder tanto cómo ama competir, nunca antes venía mejor la frase " No hay que cantar victoria antes de tiempo", esa frase definitivamente aplicaba a la actual situación, encima también tenía que soportar que mi propia hermana y Gaby alentaran a Gi desde la mesa a los gritos al ritmo de: "Demuéstrales porque eres la reina Gi", "Tu puedes nena, muévelo, muévelo", y justo cuando la palabra "muévelo" salió de los labios de ellas levanté la mirada para ver cómo Gi movía ese cuerpo, el cual al tema ser lento y sensual hacia que los movimientos de Gi fueran mas que incitadores, pero a la vez que lo hice desearía no haberlo hecho, porque en el momento que vi cómo un chico se subía al escenario para sumarse al baile sensual de Gi y la abrazaba lentamente y sensualmente, perdí todo el enfoque, y levantándome de mi asiento, lo último que supe fue que estaba encima de un cliente bajándolo del escenario a golpes.

No me desafíesWhere stories live. Discover now