Capítulo 2

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PIERE

No sé que me pasó por la cabeza, siempre he sentido esta cosa rara en el pecho, en todo mi cuerpo cuando veo a Gi, pero jamás me he animado a nada, no sé si por que es la amiga de mi hermana y la veía cómo una hermanita pequeña, aunque eso evidentemente dejó de ser la manera en que la veía cuando empezó a crecer y empezó a desarrollar esas curvas, aún recuerdo las fiestas en casa en la piscina, siempre llena de hermosas mujeres pero mis ojos no se despegaban de la pequeña chiquilla de cabello negro y ojos de hechicera.

Siempre logré mantenerme en control sobre lo que ella me provocaba, pero hoy al verla en el escenario y oírla cantar esa canción, por un momento hubiera jurado que la cantaba para mí, pero ella nunca me demostró algún interés y por ende siempre busqué en otra mujeres lo que sabía que ella no me podía dar, ya que ella no es cómo cualquier mujer de las que compartían una sola noche conmigo, Gi es la clase de mujer con la que te casas, compras una cas y le das muchos hijos y todo lo que se antoja, y si bien tengo dinero, no soy muy adinerado cómo lo es su familia, no podría ofrecerle ni la cuarta parte de lo que tiene o quiere, pero necesitaba tenerla aunque sea hoy, no se si mi instinto animal surgió al ver cómo otro la agarraba, nadie la iba a agarrar así y menos si yo estaba presente para evitarlo, por lo tanto cómo un salvaje tuve que sacarla de allí y dejar a Javi cerrando el bar.

Sé que nadie entendía nada de nuestros amigos pero yo no aguanto más, hoy iba a hacer mi jugada y que fuera lo que fuera, pero los labios de Gi iban a ser míos, aunque sea sus labios.

- Que haces, bájame Piere, por favor bájame!!!! – seguía gritando Gi justo cuando salimos del bar

La bajé solo cuando llegamos al estacionamiento donde estaba mi auto, pero cuando lo hice Gise comenzó a pegarme en el pecho y a gritarme cómo desquiciada.

- Por que haces esto Piere, que te pasó por a cabeza

- Que acaso no te diste cuenta cómo ese tipo se te estaba refregando en el cuerpo

- Si lo hace o no es mi problema, pero para que lo sepas lo tenía controlado, o al menos eso estaba por hacer cuando de repente tu te subiste cómo un salvaje al escenario y comenzaste a golpearlo.

- No parecía que lo estuvieras controlando

- Y si no hubiera sido así tampoco tendría por que importante, todas las noches de karaoke ves cosas así en el escenario

- Pero nunca la veo con la chica que me gusta, tú me gustas

- Yo no te gusto

- Cómo puedes decir que no me gustas, evidentemente estás mas ciega de lo que yo creía, hace años que me gustaste, me gustas, ¿ que vas a hacer al respecto ahora?

Los segundos pasaban cómo si fueran minutos para cuando Gi reaccionó a mi vómito sentimental respecto a lo que ella provocaba en mi, pero para mi fortuna la reacción de ella no fue verbal, fue totalmente física. Me empujo contra el frente de mi auto, un impala 78 negro, y fiel a su costumbre me agarró de la camisa para que pusiera a su altura mi rostro y sin dudarlo un segundo comenzó a besarme.

GI

Estaba besando a Piere, por primera vez estaba besando a Piere, Dios había escuchado parte de mis súplicas durante los últimos años.

Estar besando a Piere era mejor de lo que siempre me había imaginado, sus carnosos labios succionaban los míos lentamente, me agarró el rostro con sus manos las cuales colaboraban a hacer más profundo el beso al él empujarme más hacia él. Cuando nuestra postura se vio complicada debido a nuestra diferencia de altura, él me agarró de mis caderas y de un solo impulso me subió sobre el capo de su auto, lo cual hizo que elevara la temperatura del momento aún más si eso era posible, ya que al hacer eso él logró colocarse entre mis piernas y yo enrede las mismas a sus caderas clavando de esta manera mis tacones en su trasero lo que lo atrajo más hacia mi centro y podía sentir cómo mis bragas se humedecían, lo cual estoy segura él podría sentir solo si decidiera subir la parte de abajo de mi vestido, pero todo eso fue interrumpido cuando una voz femenina interrumpió el momento a los gritos.

- Piere, que demonios haces con esa zorra

- Lara, qué haces aquí?

- Piere, la conoces?

- Claro que me conoce zorra, yo soy su novia

- Piere, en serio es tu novia?

- No, las cosas no son así Gi, es mas difícil de explicar que eso

- No es difícil bebé, dile a esta zorra la verdad, y ya arreglaremos este problema luego

Me separé de Piere y mirándole a los ojos lo pregunté solo una vez más: Piere, en serio es tu novia?

El procedió a abrazarme para luego susurrarme al oído: - te juro Gi que lo iba a terminar con ella, pero lo de hoy sucedió y yo no estaba pensando, solo sabía que te quería.

- Te puedes ir a la mierda Piere, estuve siglos esperando porque reaccionaras y justo cuando lo haces sucede esto, eres un IMBECIL

- Por favor espérame, lo soluciono ya, POR FAVOR

- No soluciones una mierda, ve con tu novia y jamás me vuelvas a llamar, ya ni siquiera voy a poder verte cómo amigo, te odio Piere con todo mi corazón

Y sin más comencé a caminar hacia fuera del estacionamiento para ir y conseguir un taxi mientras de fondo sentía cómo Piere discutía con su novia.

Cómo pude ser tan tonta para creer en Piere, era obvio que alguien cómo él no estaría solo, y desde que Tara se fue a Irlanda no nos habíamos visto con sus hermanos y los chicos del grupo tan seguido cómo lo hacíamos antes, no tenia forma de saber que él estaba de novio, maldito imbécil, encima lo iba a tener que volver a ver en el cumpleaños de nuestros sobrinos.

Con lagrimas en los ojos paro el primer taxi que veo, me subo y luego de decirle la dirección solo me concentro en ver por la ventanilla cómo los edificios se ven en la ciudad todos iluminados y tan en contraste a cómo se siente mi corazón en este momento.

Una vez que llego a mi departamento ni me preocupo por nada más que llegar directo a mi habitación, me saco el abrigo, los zapatos y me meto entre mis colchas, y abrazando mi almohada me convierto totalmente en el peor rio de lagrimas posibles, siempre dijeron que el amor duele, pero nunca me dijeron que tanto iba a doler cuando el que rompiera mi corazón fuera esa persona que yo mas amaba.

No me desafíesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora