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El resto de aquella tarde, en el centro comercial, había sido la peor para Jimin.

¿Dónde había quedado aquello de «luego cada uno por su lado»?

Por primera vez llegó a odiar demasiado a los hermanos de su amiga al proponerles pasar la tarde juntos, así ellos podrían ayudarlo con su guardarropa. ¿Qué tenía eso de malo? Nada, pues él salió ganando, pero al ver a Aline, conversando animadamente y bromeando con su vecino, todo gusto desapareció de su mente.

No entendía por qué, pero le molestó. Toda la tarde se la había pasado echando fuego por los ojos, acompañado de rayos laser dirigidos exclusivamente a la nuca del rubio.

Quizás Yoongi había llegado a notarlo, y si así fue, pues qué bueno.

Ese maldito hyung... ¿Ahora iba a decir que estaba interesado en su amiga? En medio año más ya estaría en la Universidad, y Jimin no podía evitar preguntarse por qué no se buscaba a alguien de su edad y dejaba a Aline en paz.

Aunque... aquel día, a la pelinegra no pareció molestarle su compañía. A pesar de que éste no dejó de molestarla o hacerle bromas, ella chillaba, protestaba y se quejaba todo el tiempo, pero siempre con una sonrisa traviesa surcando sus labios al final.

Lo que más le molestó fue que ella jamás fue así con él. Tan suelta... tan... ella.

Bufó y volvió a dar otra vuelta en su cama. Recordar aquello siempre lo ponía de mal humor, pero últimamente era lo único que hacía; recordar.

Ya habían pasado dos malditas semanas desde ese suceso. Él tuvo su cambio de estilo, tiño su cabello de negro e incluso cambió las gafas por lentes de contacto. En verdad hizo su mayor esfuerzo, pero todo siguió igual y lo raro era que no parecía importarle. Es como si de un día para el otro, Jin hubiera quedado en el olvido, a pesar de que seguía corriendo tras él, cada vez que recordaba su objetivo.

Quizás la primera semana le dolió cuando el mayor lo rechazó en un par de ocasiones más. Pero luego, solo la imagen de su mejor amiga y ese hyung, abarcaba su mente. Porque sí, desde aquel día, ese rubio molesto no había dejado de aparecerse ante ellos. Era como si de la nada le gustara pasar el tiempo con su vecina. ¿Y lo peor? Siempre lo ignoraban.

Luego de aquella vez en el centro comercial, Jimin había ido a visitar a su mejor amiga. ¿Y quién estaba en su sala, jugando videojuegos con los mayores?

Min Yoongi.

Aunque no necesariamente jugaba videojuegos. Sino que más bien lo había encontrado charlando animadamente con Aline cuando él fue recibido por Jennie aquel día.

Momentos así se repitieron muchas veces. En el colegio, el rubio a veces se acercaba a hablarle a su amiga. Un par de veces aceptó comer con ellos cuando los hermanos Kim habían desaparecido hacia quién sabe dónde.

Otras veces, cuando Jimin llamaba a Aline, ella le decía que estaba ocupada, oyéndose las risas de rubio, de fondo.

¡Incluso hasta se enviaban mensajes! A él nunca le habían puesto un nombre creativo o fuera de lo común. Siempre era Jimin o Jiminnie. ¿Por qué tenía agendado al rubio como Vecino c/ Swag?

Por último, estaba la salida al parque acuático de hace dos días. ¡¿Desde cuándo Aline usaba un traje de baño de dos piezas?!

El último recuerdo que tenía de su amiga en un traje de baño era con una malla verde agua, con bolados negros en la parte de la cintura y un gorrito de goma en su cabeza para impedir que su cabello se mojara. Pero aquel día todo había cambiado. Tenía un lindo conjunto azul, a juego con unas sandalias planas y sus gafas de sol. Su cabello ondeaba con cada uno de sus movimientos y su sonrisa no dejaba de brillar... para él.

¿Así que eres gay? [pjm & myg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora