cottard › min yoongi

23 january

— Me estás diciendo que ese chico de ahí le pisaron el pie con una bicicleta, ¿y ni reaccionó?

Asentí con frenesí mientras metía otro trozo de manzana en mi boca.

— Puedo asegurarte que el dolor lo sentí más yo que él.

— Quizá no lo pisó. —Sentenció mi amiga restándole importancia a la situación.

— ¡Claro que lo pisó! El chico de la bicicleta frenó después de aquello.

— Pues woh.

Ambas nos giramos hacía la mesa de la cafetería donde el paliducho y otro chico comían. El desconocido hablaba a Yoongi, cuánto me alegraba poder ponerle nombre, y él solamente asentía.

Por alguna razón no habíamos vuelto a cruzar miradas desde la biblioteca. No podía recrear aquellas clásicas escenas de las películas donde te cruzas con el chico que te llama la atención, después él te sonríe y acabáis teniendo la mejor historia de amor jamás vista.

Y no podía hacer eso porque Min Yoongi no levantaba la cabeza en ningún maldito momento.

— ¿Y si tiene insensibilidad? Quiero decir, tendrá algún fallo en el sistema nervioso central o seguramente, la lesión tisular.

Fruncí el ceño para hacera entender que aquello no le entendí del todo.

— La hormona de dolor, que no hay hormona, pero es para que lo entiendas puede que no la sienta.

— ¿Qué no sienta el dolor? ¿Es posible?

— Sí claro. —Suspiré sin poder añadir nada más.

Tendría que investigar todo aquello.

Volví a revolver mi plato con el cubierto, chasqueando así la lengua y al devolver mi mirada arriba, no me miraba Yoongi pero si el chico de su lado.