➌. Nueva vida

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—¿A dónde vamos?, ¿a dónde vamos?, ¿a dónde vamos? ¿Vamos a Disney? O ¿a un parque de diversiones?— preguntó Tyler saltando en su mismo asiento y mirando a través de las ventanas del coche. No podía estarse quieto.

Kelly miró a Chris de reojo, sintió un escalofrío recorrer su cuerpo y los nervios la hacían derramar unas cuentas gotas de sudor por sus sienes. Chris mantuvo la mirada fija al frente, concentrado en la carretera y en el camino que debían seguir para llegar. La pequeña y dulce Maddy estaba en el asiento de atrás, abrazando un oso de peluche mientras tenía un chupón en la boca. Tyler también estaba en el asiento de atrás pero éste se había quitado el cinturón de seguridad, así sus padres le hayan dicho cientos de veces que no lo hiciera. El castaño se sentía demasiado emocionado y no podía solo quedarse sentado en donde le correspondía. Sus padres no habían sido capaces de confesarles la verdad de a dónde iban. Solo habían dicho que se trataba de un lugar "especial y mágico".

El hijo más pequeño, Jay, iba en brazos de Kelly. Los grititos y la hiperactividad de Tyler estaban a punto de despertarlo. La madre hizo todo lo posible para hacerlo dormir de nuevo mientras que su hermanita Maddy solo lo miraba con cara de asombro y diversión, no importa cuántas advertencias le habían dicho sus padres al castaño, Tyler no se podía estar quieto por la emoción. Los padres se sentían cada vez peor porque al llegar a su destino sabrían que se revelaría la verdad. 

Llevaban conduciendo unas tres horas, el viaje no se hizo tan largo solo porque Kelly y Chris no podían parar de llenar sus mentes con miles de pensamientos y miedos acerca del lugar al que iban. ¿Y si no trataban bien a su hijo? ¿Y si al final se arrepentían y llevaban a Tyler de vuelta? No había respuesta alguna que pudieran conocer con exactitud. Solo dudas, temor, tristeza y desesperación.

A una distancia no muy lejana se pudo apreciar un establecimiento de color blanco, rodeada de unas cercas tipo malla de color gris oscuro, éstas eran muy altas y cubrían gran parte de aquel lugar. También pudieron identificar a varios hombres y varias mujeres afuera de dicho lugar, formaban como una especie de "barrera humana", como si le estuvieran dando protección. Vestían un uniforme poco peculiar, se adhería a sus cuerpos y unos traían un color negro lustroso y otros blanco puro, también usaban un tipo de máscaras que les cubría completamente el rostro. Conforme se fueron acercando más Chris se percató que los uniformados portaban unas armas muy extrañas, y eso fue suficiente para que la piel se le pusiera de gallina. Kelly también había logrado ver la escena, pero intentaba no mirar por mucho tiempo para poder controlar sus nervios.

Se acercaron a la caseta de entrada y el padre detuvo el coche cuando un hombre se acercó hacia la ventana. Chris la bajó y el hombre se quitó la máscara para echar un vistazo rápido dentro del coche.

—¿A quién traen?— preguntó el uniformado con una seriedad impecable.

—A nuestro hijo. Tyler Robert Joseph.— respondió Chris tragando saliva fuertemente, casi se atraganta con esta.

El hombre se dio vuelta para hablar con otro de sus compañeros, quien se encontraba dentro de la caseta junto con una mujer del mismo uniforme, y entre los tres se pusieron a revisar una lista. Era enorme, y el padre entrecerró los ojos para averiguar de qué se trataba, aunque no obtuvo éxito. Solo sabía que tenía escritos muchos nombres en ella, al parecer.

—Pueden pasar, estacionen en donde les indiquen.— dijo el hombre acercándose nuevamente hacia la ventana y ambos padres asintieron sin decir ni una palabra.

El coche reanudó su marcha y se movieron con cuidado por donde las flechas indicaban. Ambos estaban muy sorprendidos de ver la cantidad de personal que había alrededor del área, a pesar de las máscaras puestas Kelly sabía que ninguno o ninguna estaba sonriendo. Eso tampoco logró hacerla sentir más calmada.

Índigo [joshler] [mpreg]Onde histórias criam vida. Descubra agora