Capítulo 23 (2/3)

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La mañana ha estado sumamente saturada, al grado ni siquiera poder tomar un pequeño descanso para desayunar o tomar un café, pero eso no es todo, Andrew está mega insoportable, hasta se queja de la mosca que pasa frente a sus narices.
Mi estómago comienza a quejar del hambre y mi cabeza empieza a doler, en este instante podría comer hasta lo que no me gusta.

-necesito una junta con los titulares de la redacción- gruñe parado en la puerta -los quiero a todos en la sala de juntas-

-si señor Baxter- digo con pesar -en veinte minutos estará lista la reunión-

-la quiero en cinco- se da media vuelta y cierra con tremendo portazo. Y se supone que una es la hormonal.

Hago hasta milagros para que todos estén en la sala de juntas en cinco minutos, y justo cuando se sienta la última persona Andrew entra a la sala.

-¡¿alguien me puede decir que es esto?!- arroja un libro a la mitad de la mesa -¡¿quien fue quien autorizó esta foto?!-

-el señor Belmont dijo que...-

-¡yo soy el presidente de esta industria!- dice Andrew tratando de contenerse -¡soy yo quien decide que se pública y que no!- golpea la mesa -¡no quiero que esto se esparsa por toda la ciudad!-

-ya... se distribuyeron señor- habla Sonia la encargada de la columna de sociales -ya están en todos los puntos de venta- susurra.

Andrew se tensa al instante, aprieta la mandíbula y respira con mucha dificultad, la vena de su frente resalta al grado su parece que en cualquier momento va a explotar.

-¡retírense!- ordena.

Todos los presentes se  levantan de sus respectivos lugares y corren hacia la puerta, como los alumnos de una escuela que corren por salir a receso.

Me acerco a la mesa, y por primera vez miro el caos de todo esto, en la portada de la revista estamos Andrew y yo. No veo el porque de su alboroto, digo, Andrew sabía a la perfección que esto iba a pasar en cualquier momento, esta fue una de las condiciones para que obtuviera la presidencia. Es un dramático.

A mi parecer no salimos mal, y no es que seamos unas preciosuras de personas, pero tampoco estamos tan tirados al arrastre.

-ya sabías de esto- tomo la revista -¿que es lo que te molesta?-

-tu no entiendes- se va dejándome sola en la sala de juntas.

Abro la página, donde con letras enormes anuncian nuestro compromiso, y tiene un pequeño artículo.

"El  día de ayer, el presidente de The Couple People ha dado una fiesta en la cual se compromete en matrimonio con la señorita Jade Farah Keaton Ross. Ambos estaban muy emocionados y felices, sus familiares y amigos más cercanos fueron presentes de..."

Ahora entiendo porque se ha molestado, en la revista hablan como si ya nos hubiésemos casado. No entiendo el afán de que todo esto se haga público, digo con algo sencillo se resolvería todo esto, pero estas personas les gusta hacer una tormenta en una vaso con agua.

Llega la hora de la comida y el trabajo sigue siendo innumerable, pero ya no me puedo saltar la comida tengo mucha hambre. Son contadas la veces que compro comida en la cafetería del edificio, pero esta vez no me vendría mal un sándwich, y algo de tomar, pero mi conciencia no me deja tranquila, se que Andrew tampoco a  comido nada. Compro dos sándwiches y dos latas de Coca-Cola, además de una bolsa enorme de frituras de papas. Con todo eso subo hasta el último piso, toco la puerta y sin espera el pase entro, pero en todas las novelas dramáticas hay una mujer muy cerca de Andrew.

-lamento interrumpir- digo entrando y cerrando la puerta de golpe -le traje algo de comer señor Baxter, a usted y a su compañía-

-Gracias querida- no puedo evitar tensarme al escuchar la voz de Abigail.

-con permiso- dejo todo en el escritorio y me doy media vuelta, para irme.

Me siento en mi lugar y comienzo de nuevo con el trabajo, el hambre se me a ido por completo, pero eso ya no importa, ¿que hace esa mujer aquí? Ya no importa, no es mi asunto y a mi no me perjudica en nada.
Las puerta del elevador se abren, y aparecen dos guardias de seguridad, entran a la oficina de Andrew sin llamar, los gritos de la mujer se hacen presentes al instante, los dos hombres literalmente la llevan a rastras.

-¡TU ME LAS VAS A PAGAR!- me amenaza -¡ÉSTO NO SE VA A QUEDAR SI, TODOS SABRÁN DE LO QUE SOY CAPAZ!-

-me dices el día por favor, es que necesito agendarlo para estar al pendiente de ti- digo viéndola a los ojos -no valla a ser que se me pase el día-

Los hombres de seguridad se la llevan mientras ella sigue forcejando y gritado sandeces, sigo de nuevo en lo mío.

-necesitamos hablar Jade- dice cuando estamos solos.

-¿ahora? o ¿quiere que lo agende?- digo sin verlo.

-¡ahora mujer!- me toma del brazo y me arrastra dentro de su oficina.

-¡suéltame por favor!- exijo y lo hace.

-¡tiempo!- dice dándome la espalda -¡no podemos seguir así!-

-¿he?-

-¡no podemos estar peleándonos por cualquier estupidez!- gruñe -¡se  supone que me amas, se supone te amo y se supone que por eso nos vamos a casar!-

-¿para que día quiere que lo agende?- me cruzo de brazos.

-para hoy-

-¿a que hora?-

-para este instante- me sigue el juego -ya basta Jade, es enserio-

-ok- me doy media vuelta para irme.

-¿así a fácil?- pregunta confundido.

-así de fácil Andrew, esto que hay entre tu y yo sólo es una simple asociación- me doy vuelta para verlo

-¿que?-

-entre tu y yo no hay nada más que una conveniencia, tu no tienes el porque darme explicaciones, y yo no tengo por que pedirte explicaciones de nada- me cruzo de brazos -así de fácil señor Baxter, soy su empleada y acataré sus órdenes como mi jefe que es, así que me retiro-

Abre la boca para decir algo pero de inmediato la cierra, yo regreso a mi sitio con un hambre atroz.
Si, estoy muy molesta, pero como lo he dicho anteriormente, a mi no me perjudica en nada.

Como Andrew no ha salido para nada y yo ya no aguanto el hambre, le mando un mensaje a Sam para que venga a recogerme para ir a comer, con ella es la única que puedo hablar con ella es con quien puedo desahogarme y maldecir hasta por los codos.

***

-te advertí de todo esto Jade- dice por quinceava vez -¿te lo dije o no?- levanta un ceja.

-si lo hiciste- digo frustrada -pero la verdad pensé que esto iba a ser más sencillo, que no iba a ver complicaciones y que al final de todo, sería una persona felizmente divorciada-

-felizmente divorciada- ríe irónica -¿que no lees?-

-¿que?-

-ya sabes, novelas románticas-

-¿que tiene que ver las novelas románticas con todo esto?- pregunto sin entender.

-en todas las novelas románticas donde el jefe le pide de favor a su secretaria que se casa con el para obtener algo a cambio, siempre terminan enamorados-

-obvio no- digo firme -además, el no me pidió e me casara con él, recuerda que fui yo quien lo extorsionó-

-obvio si, en algún punto, tu y Andrew terminarán sumamente enamorados y hasta tendrán hijos- sonríe.

-estas loca-

-loca te haces tu al no querer ver la realidad de la situación- esta súper seria -yo sólo digo que no descarta la idea de que Andrew puede ser el amor de tu vida-

-los dos estamos muy seguros de que esto es un acuerdo, ambos sabemos que entre nosotros no va haber nada. Y de que Andrew puede ser el amor de mi vida, eso ¡jamás!-

EnamórameWhere stories live. Discover now