UN REGALO PARA HARRY: Una nueva vida

19. El primer día

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Todos los personajes pertenecen a J.K Rowling.

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<< Comienza un nuevo curso en Hogwarts...

¿Preparados?

¡Listos!

¡¡¡¡YAAAAAA!!!! > >

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El sol aún no había terminado de salir, cuando un grupo de estudiantes se reunieron antes las puertas del Gran Comedor.

Los Guardianes de la Luz habían decidido pegarse semejante madrugón con un objetivo claro, ser los primeros en presentarse al desayuno, para poder así escoger una mesa en la que cupieran todos.

Entre saludos y bostezos fueron entrando al Gran Comedor, y escogieron una de las mesas centrales, que habitualmente albergaba alumnos y alumnas Ravenclaw.

Los chicos se fueron sentando en la mesa; algunos armando alboroto y otros en silencio, demasiados dormidos para participar en las risas de los más despiertos.

Molly no tardó en aparecer, encabezando a una fila de pequeños elfos, vestidos con pequeñas túnicas a medida.

Besó a cada uno de los niños, interesándose por como habían pasado la noche; mientras peinaba cabellos rebeldes, colocaba horquillas y enderezaba túnicas torcidas...

Algunos de los chicos no estaban acostumbrados a las muestras de cariño, ni a esos pequeños gestos que sólo las madres pueden tener; pero todos agradecieron que la pelirroja estuviese allí para recibirlos y arroparlos en su primer día de clases.

La señora Weasley ordenó amablemente a los elfos que sirviesen el desayuno a los chicos, para que éstos no tuviesen que esperar al resto de sus compañeros con el estómago vacío.

Los Guardianes ya habían terminado de desayunar, y habían comenzado diversas conversaciones paralelas; cuando empezaron a llegar los primeros alumnos.

Algunos los miraron sorprendidos, otros se limitaron a sentarse en una mesa cualquiera, como habían hecho en el espacio atemporal tras el banquete.

Poco a poco fueron llegando el resto de estudiantes, y para satisfacción de Los Guardianes, muchos siguieron su ejemplo, sentándose dónde les apetecía y con quién les apetecía, sin importar el color de su corbata.

Y así el Gran Comedor albergó una vez más una excelente clase de tolerancia.

Las mesas se llenaron de manjares y los alumnos centraron su atención en sus platos.

Los Guardianes repasaban su horario y las clases que tendrán en común, mientras el resto desayunaba.

— ¿Qué tenemos a primera hora?— preguntó Neville, a sus compañeros de cuarto.

— Historia de la Magia— informó Dean, sacando el horario de su túnica para consultarlo.

— ¡Oh no! — se lamentó Seamus, haciendo grandes aspavientos.

— ¡Nosotros también! — se unió a las quejas, Justin, en medio de un bostezo —¡Qué aburrimiento!

—Pensé que empezaríamos el curso con una clase interesante...— siguió protestando el irlandés, recibiendo un codazo de su mejor amigo, quién le señaló a Harry.