❝Bubble Gum❞ ➳ JuNo

Tres | Manzana

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Jun se dirigía hacia la tienda de música, anhelaba comprar un disco de su banda favorita por lo que decidió llegar temprano para alcanzar uno de los que había en la tienda. Al llegar al mostrador algo duro se posó bajo su zapatilla, quitó el pie rápidamente debido a la incomodidad y notó una pequeña caja de chicles.

Seguidamente escuchó como alguien hacía explotar globos de esta viscosidad en su boca, Jun pensó en la mala suerte que tenía por haberse encontrado nuevamente con aquel niño.

Suspiró y se armó de valor para acercarse a unas de las estanterías y sacar rápidamente el disco, largarse de allí era lo que más quería.

No soportaba el olor a chicle.

Cuando volvió, el chico aún seguía allí masticando la goma de mascar sabor a frutas que tanto le gustaban, al voltearse choco con el torso de Jun, quien dio dos pasos más atrás con una expresión de miedo.

El chico soltó una risita traviesa y fijó su vista en la cerámica, divisó su caja de chicles y corrió a recogerla antes de que Jun se acercara al mostrador, tomó su mano y dejo la caja allí justo en su palma, como lo había hecho hace unos días atrás.

— Dime...— Jun se detuvo cuando notó que no sabía el nombre de aquel pequeño, ya se lo había encontrado tres veces, era necesario saber el nombre de adicto a la goma de mascar ¿no?

— Chan, Lee Chan.— dijo él y sacó de su bolsillo un chicle que posteriormente metió a su boca.

— Chan, ¿Por qué tengo que ser víctima de tu adicción?

— ¿Mi adicción? — preguntó el menor llevándose una de sus manitos a su pecho.

— Los chicles. — aclaró Jun y el más bajo asintió.

— Me gusta molestarte — se encogió de hombros y le dio una pequeña sonrisa.

Jun se encaminó hacia el mostrador nuevamente para pagar el disco. Cuando estuvo listo, el chico se acercó a él y saco otra caja de chicles de su bolsillo para dejarla en su mano.

Jun lo miraba como si tuviese loco, a él no le agradaban los chicles y ya tenía tres cajas obsequiadas por Chan.

— Para la colección — dijo Chan formando un globo con su chicle.

Jun se quedó inmóvil asimilando la situación, hasta que un carraspeo lo saco de su trance. El vendedor lo miraba con una expresión de confusión, probablemente había visto todo.

— Ese niño es raro, ¿no? — Jun no le respondió y salió rápidamente por la puerta. Como Chan había dicho, planeaba hacer una colección con todas las cajas de goma de mascar, de seguro le iba a regalar más, aunque no le gustaban para nada.