Seis | Melón

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Como había sucedido hace unas semanas atrás, Jun se encontraba yendo hacia el tan relajante parque de Seúl. Había logrado salir de casa por decisión propia, básicamente para despejarse de toda la situación, incluyendo el que su madre continuara con su sesión de preguntas a las que él no se daba tiempo de responder.

Comenzó a jugar con su celular mientras el ardiente sol bronceaba su piel, el parque estaba silencioso por lo que dejo el dispositivo a un lado y se adoptó en una posición más cómoda para continuar tostándose.

Un aroma a frutas inundó sus fosas nasales y cerró sus ojos para disfrutarlo, sabía perfectamente de quién se trataba. Chan sin dudarlo dejo un pequeño beso en la mejilla del chico y este se volteó sorprendido, Chan ya caminaba en dirección a la salida por lo que Jun se levantó rápidamente de su asiento y lo tomó del brazo impidiendo que se fuera.

— Perdón lo hice sin pensar...también interrumpí tu descanso— murmuró un tanto sonrojado.

Sorpresivamente Jun negó levemente y rió, le hizo una seña para que se sentara a su lado.

— ¿Supongo que la mujer te dio la tableta de chicles? — preguntó, dándole una mirada rápida.

— Sí, y esta vez acertaste con la fruta —confesó Jun, haciéndolo sonreír.

— ¡Eso es lo que quería escuchar! —exclamó Chan, llamando la atención de algunas personas que transitaban por el lugar, Jun rió y mantuvo su vista en él.

— Chan.... Quería darte las gracias— manifestó, jugando desesperadamente con sus dedos.

— No tienes por qué... aunque, ¿eso significa que ya no me odias? — interpeló formando una pequeño puchero.

— Supongo que no— murmuró, regalándole una sonrisa — ¿Cómo podría odiar al adorable chico de los chicles?— dijo, provocando que sus mejillas se tiñeran de rojo.

— ¿Ya no detestas mi olor a frutas? — pregunto Chan, oliendo su ropa.

— Digamos que es... soportable —respondió ganándose un golpe en el brazo. Ambos se quedaron observando unos segundos, para luego soltar una carcajada.

— Acabo de escupirlo—aclaró, señalando a sus espaldas.

—¿En el suelo? — cuestionó, enarcando una ceja divertido.

— Tsk, en el basurero, aprendí ¿sí? — reconoció, mostrando una sonrisa.

Dirigieron su vista en un grupo de niños que se encontraban corriendo a los alrededores, algunos de ellos se lanzaban unas pocas gotas de agua que escapaban de la fuente que había allí.

— Es hora de que me des tu número— mencionó Jun, despegando su vista para concentrarse en el perfil del bonito chico que se encontraba junto a él.

Chan volteó su cabeza, asombrado.

— Si tú lo dices — se encogió de hombros y tomo el móvil del chico, seguidamente observó el suyo — debo irme, nos vemos, creo—  murmuro, levantándose del asiento y rebuscando en sus bolsillos.

Se acercó rápidamente al rostro de Jun para plantar un accidental beso en la comisura de sus labios, cosa que lo puso nervioso.

Y como siempre dejo una tableta de chicles, esta vez sabor melón en su regazo, otro de sus tantos regalos que le encantaban a pesar que no se los comiera.

❝Bubble Gum❞ ➳ JuNoWhere stories live. Discover now