Los verdaderos miedos y los buenos golpes

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Capítulo VII

Sábado, 11 am, Residencia Chang-Arianni

- ¡Maldito Bastardo!

- ¡¡¡Mgh!!!

- ¿Y con mi hijo? ¡¡No tienes decencia!!

En el tradicionalmente decorado estudio personal de Shion Arianni, las paredes estaban cubiertas por estanterías que llegaban hasta el techo, llenas de libros de todo tipo, además de un amplio escritorio de ébano con lámparas de pantalla verde como las de los estudios de abogados, también había un escritorio más pequeño que Kiki ocupaba cuando le quería hacer compañía a su padre, las paredes estaban pintadas de un verde muy oscuro y sobrio. El peliverde se encontraba en la bata que usaba en las mañanas antes de iniciar su rutina, aunque esta vez la misma fue brutalmente interrumpida cuando un turbado Saga Gemeli tocó el timbre de su residencia pidiendo hablar con él. Dohko como primera reacción quiso hacerlo desistir, cuando el geminiano insistió apareció Shion y le pidió amablemente que lo acompañe al despacho. Una vez allí lo abofeteó incontables veces, Saga se dejó hasta que perdió el equilibrio y comenzó a ser pateado en el piso.

- Mu me dejó al tanto de sus interacciones con el ¿Cómo te atreves a mortificar a mi hijo así?, yo ya no puedo decirle que hacer con su vida, pero si le haces daño, aunque sea solo un poco soy capaz de apretar tu garganta hasta que mi rostro sea lo último que veas... no sé cómo lo haces para que se crea que eres una pobre alma atormentada.

- A Mu jamás lo tocaría, sé que no lo merezco- intenta articular Saga aun estando en el piso doblado por el dolor en su vientre- pero es inevitable no querer protegerlo, eso no me lo podría negar-

- Él tiene familia y amigos, espero que conozca a alguien pronto así se olvida de tus patrañas- dicho esto Shion se sienta en su cómodo sofá y cruza las piernas mientras termina el café que interrumpió a causa del geminiano.

- ¿Entonces me dejas restituirte a la dirección del hospital?- dice Saga intentando pararse

- No acepto migajas, y menos te voy a facilitar el camino al corazón de mi hijo- contesta Shion al tiempo que tocan la puerta, dejando ver a un cauteloso Dohko

- Mu está aquí, Kiki lo llamó- anuncia segundos antes de que un agitado Mu entre al estudio.

- ¿Saga?- Mu mira a su padre con cautela antes de arrodillarse a atenderlo- ¿por qué lo dejaste hacerlo?- Interroga mirando a Dohko- se supone que tú eres una persona pacífica- insiste.

- Sí, pero es un asunto de tu padre, no mío- contesta Dohko con total calma

- Bueno, te iré a dejar a tu departamento, vamos- le dice Mu a Saga incorporándose- vuelvo para almorzar- le anuncia a sus padres.

Una vez afuera, caminan en silencio (Saga aun cojea) hasta el auto del peliazul y sin mediar palabra, Mu toma las llaves y se sienta en el asiento del conductor, espera con paciencia a que Saga se doble en el asiento del copiloto y se cruce el cinturón de seguridad.

- Mu...yo... lo que tu padre hizo está bien...

- Lo sé, pero va a ser perjudicial para su maltratada imagen pública si la gente se entera, sobre todo ahora...

- Yo no se lo diré a nadie... ¿pero a que te refieres con ahora? ¿Qué está sucediendo?

Mu acelera la velocidad del auto y estaciona en un mirador cercano y se gira a saga con el rostro severo, como nunca antes, y Saga intenta no sentirse complacido con esa nueva faceta.

Cállate y dame un hijo.Where stories live. Discover now